Una vez que trabajaste duro por tu dinero, además de decidirte a adoptar hábitos de ahorro, probablemente pienses cuál es el mejor lugar para invertir y así obtener rendimientos.
Por eso, aquí te compartimos varios instrumentos financieros que existen en México, los cuales puedes aprovechar para generar ganancias.
Primero, debes entender por qué no es buena idea guardar tus ahorros en efectivo o "debajo del colchón". Si lo haces, tus recursos perderán valor con el tiempo, ya que los precios de la canasta básica y de todos los demás productos suben constantemente, en el fenómeno que conocemos como inflación.
Tampoco es buena idea participar en ciertos mecanismos informales de ahorro, tales como las tandas, porque además de que tu dinero no genera rendimientos, no existe ninguna institución que los regule y puede resultar en dolores de cabeza, discusiones y hasta amistades rotas.
De acuerdo con la Condusef, un 31 por ciento de la población adulta en México ahorra de manera informal, muchas veces por desconocimiento, el 21.5 por ciento no ahorra y solo un 15 por ciento lo hace de manera formal, es decir, en una institución financiera debidamente autorizada o supervisada.
¡Pero descuida! Con estas opciones que te compartimos a continuación, podrás elegir la que más te convenga y sacar provecho a tu dinero.
1. Pagarés bancarios: Varias instituciones financieras en México te ofrecen la opción de invertir en pagarés, y para ello únicamente debes elegir una cantidad, así como un plazo. Cuando concluya el tiempo, recuperarás tu dinero más las ganancias obtenidas.
¡Aquí presta atención! Lo ideal es que busques opciones cuyo rendimiento anual sea igual o mayor a la tasa de inflación, la cual puedes consultar en el sitio web del Banco de México. De lo contrario, tus ganancias reales serán muy bajas, o incluso tu dinero podría valer menos que al principio.
2. Cetes: Se conoce como Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) a un instrumento de deuda bursátil emitido por el gobierno federal mexicano. Básicamente son pagarés del Estado que buscan recaudar fondos en un cierto plazo y generan rendimientos, esto con un riesgo muy bajo.
Para ello existe la plataforma Cetesdirecto, administrada por la institución bancaria Nacional Financiera que a su vez pertenece a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). A través de su aplicación o sitio web, puedes colocar tu dinero en Cetes con varias temporalidades distintas, o incluso en el fondo Bonddia, el cual está orientado al corto plazo.
Un punto importante de Cetesdirecto es que puedes iniciar desde 100 pesos; esto muestra que no necesitas grandes sumas de dinero para ser inversionista.
3. Fondos de inversión: Si buscas invertir tu dinero sin quebrarte la cabeza, puedes recurrir a fondos de inversión administrados por bancos y otros tipos de instituciones financieras. Ellos tienen equipos de profesionales cuya labor es tomar decisiones informadas respecto al dinero de sus clientes, a quienes ofrecen rendimientos a cambio de una comisión.
4. Sofipos: Las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) son organizaciones con fines de lucro cuyo objetivo es promover la captación de recursos para luego ofrecer créditos al público en general, tal como explica la Condusef.
Estas instituciones buscan ser accesibles incluso para microempresas, personas con bajos ingresos y grupos vulnerables, por lo que permiten invertir desde montos accesibles, además de hacerlo fácil mediante plataformas digitales, como sitios web y aplicaciones móviles.
Es importante revisar los rendimientos que ofrecen las diversas Sofipos autorizadas por el sistema financiero mexicano, pues algunas ofrecen tasas incluso mayores a un 10 por ciento anual. Además, existe un fondo del gobierno mexicano que busca proteger los recursos invertidos en este tipo de instituciones hasta un monto determinado.
5. Fibras, acciones, fondos cotizados: Finalmente, podemos señalar instrumentos financieros a los que se accede mediante casas de bolsa. Estas sociedades anónimas sirven como intermediarios entre la gente común y los valores, al permitir negociar en los mercados bursátiles por cuenta propia o de terceros.
En otras palabras, sirven para comprar y vender acciones de empresas, Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) y hasta materias primas, entre otros, para lo que ofrecen herramientas digitales en formato web y aplicaciones móviles. En muchos casos, se puede invertir incluso con montos reducidos.
No obstante, todas estas opciones suelen considerarse más arriesgadas que las demás en este listado (Cetes, pagarés y Sofipos), por lo que antes de invertir en ellas conviene recibir asesoría para tomar decisiones informadas.
Un instrumento destacable son los fondos cotizados en bolsa (ETFs, por sus siglas en inglés), que son fondos de inversión administrados por empresas, pero que se compran y venden en mercados secundarios. Una ventaja de los ETFs es que, al comprar uno, tu inversión se diversifica entre varios valores distintos, lo cual puede reducir el riesgo.
Como ves, cada tipo de inversión para guardar y hacer crecer tu dinero varía por los rendimientos que ofrece, pero también por conllevar mayor o menor riesgo. Por eso es importante que antes de utilizarlas definas tu perfil de inversionista, que puede ser:
1. Conservador: Invierte principalmente a plazo fijo y en instrumentos relativamente seguros, tales como pagarés, fondos de inversión y Cetes.
2. Moderado: Combina las inversiones de bajo y alto riesgo tratando de asegurar sus beneficios, pero con la posibilidad de tener rendimientos mayores.
3. Agresivo: Tiene alta tolerancia al riesgo y busca maximizar sus rendimientos incluso si no están garantizados.
A final de cuentas, la opción que elijas para guardar tu dinero y generar ganancias dependerá de tu situación personal y dinero que tengas, por lo que es importante que te informes y compares opciones.