Los accidentes ocurren y las enfermedades llegan sin avisar, por eso es importante que te prevengas con un seguro ante cualquier eventualidad que requiera de hospitalización o cuidados especiales.
Nadie está exento de un imprevisto, y ahí entran en juego los seguros médicos.
Si bien en México existe la seguridad social para brindar atención médica a trabajadores y sus familias, para algunas personas puede ser necesaria una opción distinta, ya sea por desempeñar sus labores de forma independiente, o incluso si buscan una cobertura o servicio distintos a los que ofrecen las instituciones públicas.
Por eso, y para que puedas tomar la decisión que mejor se adapte a tus necesidades, te explicamos qué tipos de seguros médicos existen y te aconsejamos para que les saques el mejor provecho.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explica que existen tres tipos de seguros médicos en el mercado, que son:
1. Seguro de Gastos Médicos Mayores: Cubre enfermedades o accidentes que requieran hospitalización, esto hasta el monto asegurado. Además de gastos por internamiento y procedimientos, puede incluir pago de consultas, análisis clínicos y medicamentos.
2. Seguro de Salud: Busca prevenir enfermedades, puesto que cubre consultas especializadas, chequeos y, de sufrir algún padecimiento, apoyo en su tratamiento con revisiones, exámenes y medicinas, entre otros.
3. Seguro de Accidentes Personales: Protege en caso de sufrir algún accidente o percance, pues cubre gastos hospitalarios del asegurado y, en caso de fallecimiento, otorga apoyo económico a los beneficiarios.
De los seguros listados anteriormente, cabe destacar el de Gastos Médicos Mayores, pues suele considerarse con frecuencia para hacer frente a situaciones inesperadas.
Este tipo de protección te ampara en caso de algún evento médico, por ejemplo, enfermedad, accidente o emergencia. Conlleva un pago periódico por contar por el servicio, que puede ser mensual, y se conoce como prima.
Para ello se establece una suma asegurada, ya sea limitada o ilimitada. Esta es la cantidad máxima que va a desembolsar el seguro y que debe estar incluida en la póliza.
También suele incluirse una cantidad fija llamada deducible, la cual deberás pagar tú si se presenta un evento. Con esto se establece que el asegurado cubra una parte de los gastos desde su propio bolsillo, y entre mayor sea el deducible, normalmente será menor la prima.
En este sentido, también existe el coaseguro, que a diferencia del deducible aparece como un porcentaje y también puede modificar el costo de la prima.
De este modo, las mejores opciones de prima, deducible y coaseguro dependen de tu situación personal y la frecuencia con que preveas que será necesario utilizar el seguro.
Recuerda que un seguro no es un gasto, sino una inversión que evita caer en situaciones financieras insostenibles y puede garantizar a tu familia la atención médica que necesita.
La Condusef llama a tomar en cuenta las siguientes recomendaciones antes de elegir un seguro médico:
1. Compara antes de decidir; lo ideal es tener al menos 3 cotizaciones diferentes.
2. El mejor seguro es aquel que cubra tus necesidades y se adapte a tu presupuesto.
3.Nunca firmes una póliza si no te satisface o no entiendes su cobertura
4. Consulta el Buró de Entidades Financieras para comparar según las reclamaciones, sanciones y calificaciones de las aseguradoras
5. Por último, recuerda que la Ley Sobre el Contrato de Seguro te da 30 días para presentar una inconformidad y solicitar la rectificación o cancelación correspondiente.