Una forma de proteger a tus seres queridos es mediante un seguro de vida, el cual puede evitar desfalcos económicos en caso de que fallezcas y/o si sufres alguna enfermedad permanente que te impida trabajar.

¿Qué es un seguro de vida?


Como explica la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, un seguro de vida es un instrumento financiero que otorga una suma monetaria en caso de fallecimiento, invalidez o supervivencia.

Esta protección es vigente desde que firmas un contrato, llamado póliza, donde la aseguradora se compromete a compensar a tus beneficiarios a cambio de un pago periódico determinado, conocido como prima.

De acuerdo con la Condusef, el valor de la indemnización se determina desde el inicio y de acuerdo con tus características, como edad, sexo, hábitos e ingresos económicos. Cabe señalar que si contratas un seguro de vida siendo joven puedes acceder a ciertos beneficios, por ejemplo, primas más bajas.

¿Qué tipos de seguro de vida existen?


Los seguros de vida se clasifican en tres categorías, según la Condusef:

1. Vitalicio: La aseguradora paga la suma asegurada de esta cobertura al ocurrir el fallecimiento del asegurado.

2. Temporal: La aseguradora paga la suma asegurada únicamente si el asegurado fallece durante el periodo estipulado en la póliza.

3. Dotal mixto: La aseguradora paga la suma asegurada al término del plazo contratado, o antes si el asegurado fallece.

Consejos para contratar un seguro de vida


La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de la Condusef, emitió las siguientes recomendaciones:

1. Revisa, compara y decide: Aunque existen productos similares en diversas aseguradoras, algunos cuentan con características específicas que podrían cubrir mejor tus necesidades.

2. Evalúa el costo-beneficio: Corrobora si realmente necesitas todo lo ofrecido por el seguro, o bien si requieres de una cobertura mayor o menor. Ni mucho ni poco, sino lo exacto.

3. Organiza tus ingresos: Ten presente que los seguros no son un gasto, sino una inversión, lo que implica destinar una cantidad periódica que debes considerar en tu presupuesto.

4. Busca asesoría e infórmate: Tras decidir qué seguro vas a contratar, acércate a las aseguradoras para que te expliquen tus derechos y obligaciones, así como condiciones generales de la póliza.

Para los seguros de vida, también es importante que hables el tema con tus seres queridos, esto para que estén enterados si son beneficiarios y sepan qué hacer en caso de un evento desafortunado.

¿Eres beneficiario de un seguro de vida? ¡Así puedes saberlo!


Por otro lado, es útil saber que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) cuenta con una plataforma para saber si ya eres beneficiario o beneficiaria de un seguro de vida, por ejemplo, si algún familiar te incluyó en su póliza.

Esta herramienta se llama SIAB-VIDA, y consiste en un trámite que puedes solicitar mediante su plataforma digital.

Para ello, deberás tener a la mano tu identificación, datos como tu CURP y RFC, así como los datos de la persona fallecida y copia de su acta de defunción y, en su caso, un documento que acredite su parentesco.

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