Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi 12 millones de mexicanos han emigrado al extranjero.
A lo anterior se suman otros 25 millones de connacionales nacidos fuera del país, y varios de ellos mantienen contacto con sus familiares en territorio nacional. Es aquí donde entran las famosas remesas.
Las remesas son el envío de dinero de aquellas personas que radican en el exterior a su país de origen. Un ejemplo claro son los recursos que envían personas de origen mexicano que viven en Estados Unidos o Canadá, dirigidos a sus familias en México.
La mayoría de los mexicanos que trabajan fuera del país lo hacen en Estados Unidos y Canadá, explica la Condusef. Así ayudan al crecimiento de dichos países.
Sin embargo, sus remesas también son relevantes para México, ya que son el sustento de muchas familias mexicanas y son una importante fuente de ingresos para el país
Además, las remesas contribuyen al desarrollo comunitario, puesto que incrementan la capacidad de compra, brindan acceso a una mejor educación, propician la generación de empleos e incentivan la producción de bienes de consumo, comercio y venta.
Anteriormente, las remesas llegaban a México por familiares, amigos o conocidos que regresaban a sus comunidades de origen, pero esto tomaba mucho tiempo y en ocasiones el recurso no llegaba.
Ahora existen opciones como la orden de pago internacional o "Money Order", que se manda al beneficiario por correo y puede cobrarse en bancos y casas de cambio, donde se descuenta una comisión... Y también hay quienes envían cheques personales a través de un sobre.
Sin embargo, la opción más popular es la transferencia electrónica, considerada un mecanismo seguro y rápido que permite disponer del dinero en unos minutos, o bien al día siguiente.
Para ello existen varias modalidades:
1. Transferencias sin cuenta bancaria: se entrega el dinero a una empresa en Estados Unidos y puede recogerse en México, ya sea en sucursales bancarias, casas de cambio, e incluso negocios como farmacias, gasolineras y cadenas comerciales.
2. Transferencias por cuenta bancaria de envío: precisan de una cuenta en el país desde donde se manda el dinero, y el beneficiario en México puede cobrar en un cajero automático o ventanilla, principalmente.
3. Transferencias por Internet: funcionan con un cargo a alguna tarjeta de crédito, débito o cuenta bancaria, lo que te permite enviar dinero desde el sitio web o aplicación de la empresa que te ofrece este servicio
Cabe añadir que varias instituciones financieras de Estados Unidos están suscritas a un servicio llamado "Directo a México", el cual está regulado por los Bancos de la Reserva Federal y el Banco de México, y facilita mandar dinero a cualquier cuenta bancaria de este país.
Cada dólar, o cualquier otra moneda, enviada a México es producto de un gran esfuerzo, por lo que conviene analizar varias alternativas. La institución o servicio elegido afectará la cantidad que recibe el beneficiario.
Por ello, la Condusef pide fijarse en las comisiones, tipo de cambio (cantidad de pesos recibidos por cada moneda extranjera), tiempo de envío, límite en el monto y costos de traslado.
Finalmente se recomienda verificar que la institución elegida para enviar dinero a México se encuentre debidamente constituida, y para esto puede consultarse el portal de la Condusef y de la Profeco.
De hecho, en caso de cualquier problema con el envío de remesas, se puede acudir con cualquiera de esas dos dependencias mexicanas, así como a la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor en caso de hallarse en Estados Unidos, o bien a la Embajada de México en Canadá para obtener asesoría.