Ser independiente y cultivar algunos de los alimentos que consumirás contribuye a disminuir los costos en el hogar y garantiza una dieta saludable. Para alcanzar este objetivo, puedes crear un huerto urbano familiar.
La Ciudad de México cuenta con la Secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC), quien orienta y apoya a quien quiera poner un huerto urbano.
SEDEREC especifica que un huerto urbano no requiere de grandes extensiones de tierra ni jardines, se pueden ubicar en la azotea, balcones o recipientes de 3 litros en adelante.
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Ahorra en el gasto de ciertas verduras, hortalizas y hierbas, ya que puedes cultivar tomates en un bote, hierbas aromáticas en la mitad de una llanta y chiles en botellas de PET.
La SEDEREC recomienda que en un lugar como la Ciudad de México se puede sembrar jitomate, lechuga, fresa, rábano, tomate, chile, cebolla, brócoli, espinaca, betabel, plantas aromáticas y medicinales.
La primavera es un excelente momento para la siembra. Busca tu material de lo que hay en casa para no gastar de más y toma nota de lo que necesitas.
- Tierra: No es necesario comprarla, puedes obtenerla de alguna jardinera de casa.
- Recipientes de reúso: Pueden ser botellas de PET, cubetas, macetas, huacales o llantas.
- Una charola o un plato.
- Un aspersor.
- Palillos de madera.
- Vasos pequeños.
- Bolsas gruesas de plástico.
- Frutas y verduras frescas.
Busca en tu casa un lugar que reciba luz directa de 4 a 6 horas diarias, después revisa la alacena y el refrigerador para elegir las plantas que puedes usar.
De los alimentos que tienen semillas como el jitomate o el chile, debes germinar las semillas.
Primero se lavan bien, después se colocan en un recipiente pequeño durante dos días para que se hidraten y pasados esos días, se colocan en una charola con una capa de 4.5 centímetros de tierra y se tapan con 0.5 centímetros más de tierra.
Por último, solo tienes que colocarles agua diariamente con un aspersor sin que se encharque la charola y aproximadamente dos semanas después habrá plantitas listas para trasplantar.
En el caso de verduras y hortalizas como la zanahoria, apio, betabel o lechuga, solo debes cortarlas a 7 centímetros de la base.
Con ayuda de unos palillos, coloca lo que cortaste en la boca de un vaso o recipiente pequeño, procurando que quede sumergido únicamente el primer centímetro de la base de la verdura u hortaliza.
Coloca el recipiente cerca de un sitio iluminado y después de dos semanas, notarás que brotaron raíces y algunas hojas que podrás usar a medida que vayan naciendo.
Para que tus plantas de semillas, verduras u hortalizas sigan creciendo, pasadas las dos semanas se deben trasplantar en recipientes con tierra de 30 centímetros de profundidad.
Si los recipientes tienen diversos orificios, coloca una bolsa de plástico debajo para que no se salga la tierra, solo recuerda siempre dejar agujeros que permitan drenar el exceso de agua.
Solo queda tener paciencia, porque aproximadamente tres meses después podrás disfrutar de todo lo que tú mismo cultivaste y podrás ahorrar ya no comprando esos alimentos.