Tener una tasa de reemplazo del 100 por ciento significa que, al momento de tu jubilación, recibirás una pensión equivalente a tu último salario. Este es un objetivo ambicioso, pero alcanzable con un plan de ahorro estructurado. En DeDinero exploraremos los pasos y estrategias para lograrlo.
Contar con un trabajo formal en México es fundamental para asegurar una pensión adecuada, ya que permite cotizar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y hacer aportaciones automáticas a la Afore. Por ejemplo, un joven de 24 años que comienza a cotizar en el IMSS tiene altas posibilidades de lograr una pensión cercana al 100 por ciento de su sueldo actual, siempre y cuando continúe en el sistema formal y complemente su ahorro con aportaciones adicionales.
De acuerdo con la calculadora de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), un trabajador de 24 años que empieza a cotizar en 2024 y tiene un sueldo de 20 mil pesos podría alcanzar una pensión de 19 mil 030 pesos al jubilarse, equivalente al 95.1 por ciento de su salario.
Para cubrir la diferencia y alcanzar el 100 por ciento, se recomienda ahorrar 142 pesos adicionales cada mes en su Afore. Este pequeño esfuerzo de ahorro extra facilita cumplir con la meta.
La situación es diferente para quienes empiezan a cotizar después de los 30 años. Por ejemplo, una persona de 35 años que comenzó a cotizar y tiene un salario de 20 mil pesos podría recibir solo 10 mil 889 pesos al momento de su retiro, lo cual representa el 54.4 por ciento de su sueldo actual.
Para alcanzar una pensión del 100 por ciento, esta persona necesitaría ahorrar 2 mil 452 pesos adicionales cada mes. Estos casos muestran la importancia de empezar a ahorrar temprano, ya que el tiempo juega un papel clave en el crecimiento de los ahorros.
Los trabajadores independientes, que no pueden aportar automáticamente a su Afore, pueden optar por planes personales de ahorro para el retiro. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda ahorrar un 10 por ciento del sueldo anual. Este porcentaje permite acumular un fondo importante a largo plazo gracias al interés compuesto.
Por ejemplo, si un trabajador empieza a ahorrar a los 24 años el 10 por ciento de un salario inicial de 18 mil pesos, el cual aumenta un 5 por ciento cada año, podría acumular más de 5.8 millones de pesos para los 65 años. Este cálculo demuestra que, aun sin aportaciones al IMSS, el ahorro constante puede asegurar una jubilación digna.
Alcanzar una tasa de reemplazo del 100 por ciento es posible, pero requiere planificación y compromiso. Ya sea cotizando en el IMSS desde joven, aumentando las aportaciones adicionales en la Afore, o, en el caso de los trabajadores informales, manteniendo un plan de ahorro disciplinado, la clave es empezar temprano y aprovechar el interés compuesto.