Tal y como ya hemos mencionado en diversos artículos en DeDinero, el ahorro es una práctica financiera fundamental para nuestras vidas, ya que ofrece múltiples beneficios a largo plazo.
Esta actividad permite alcanzar objetivos específicos y proporciona seguridad y estabilidad en tiempos de incertidumbre. Aunque, si bien ahorrar una parte de nuestros ingresos mensuales puede parecer difícil al principio, con disciplina y constancia, es posible.
Es por ello que en esta ocasión te compartimos un nuevo método, para que inicies tu camino en el mundo del ahorro. Esta vez te hablaremos sobre el sistema “La Hucha de Cambio”.
De acuerdo con BBVA, es el método de ahorro más antiguo y conocido en todo el mundo, pues todos nosotros en algún momento hemos tenido una hucha. Si bien esta palabra proviene del vocablo árabe “kanz”, que significa tesoro, en México las conocemos como alcancías.
Estos instrumentos que son utilizados por chicos y grandes para ahorrar desde billetes hasta monedas tienen su origen en el siglo II a.C. en Grecia. Sin embargo, el registro de las primeras alcancías en forma de cerdo es del siglo XXI, encontradas en la isla indonesia de Java.
En tiempos de incertidumbre económica, este sistema de ahorro sencillo y efectivo puede representar un alivio financiero, ya que consiste en destinar el cambio de las transacciones diarias a una alcancía.
Aunque las cantidades iniciales pueden parecer modestas, la acumulación constante genera ahorros considerables a largo plazo. La clave es la disciplina diaria, ya que este método aprovecha la "invisibilidad" del gasto en monedas pequeñas.
En la era digital, algunos bancos e instituciones financieras han adoptado el redondeo automático de compras con tarjeta, depositando el excedente en una cuenta de ahorro.
Esta práctica, que ha funcionado durante generaciones en los hogares, se ha digitalizado y automatizado.
Los testimonios de quienes la han adoptado son variados, pero muchos coinciden en que es una forma efectiva de ahorrar para metas pequeñas o darse un gusto al final del año, como financiar vacaciones, comprar regalos navideños o tener un colchón ante gastos imprevistos.
Si bien esta técnica no promete volver millonario a quien la practique, es una forma sencilla de ahorrar dinero sin tener que hacer grandes esfuerzos.