En una sociedad donde la estabilidad económica es fundamental para el bienestar de todos, la salud financiera de las personas se ha vuelto cada vez más importante.
La salud financiera se relaciona con la habilidad de una persona para manejar sus recursos económicos de manera efectiva, garantizar un flujo constante de ingresos y planificar para el futuro, todo esto manteniendo un equilibrio entre lo que se gana y lo que se gasta.
La falta de ahorros suficientes para hacer frente a una crisis económica es uno de los aspectos más preocupantes en la salud financiera. Es por ello que el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) brinda tres métodos de ahorro, con los que aseguran que es posible alcanzar las metas y una buena salud financiera.
De acuerdo con el IPAB, el tener disciplina en los ahorros ayudará a cumplir nuestras metas financieras, aunque hay veces que no sepamos por dónde empezar. Sin embargo, uno de los primeros pasos que siempre hay que recordar, es que el ahorro siempre debe establecerse con respecto a nuestras necesidades.
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Se trata de una estrategia japonesa, en la cual en un “libro de cuentas” se escriben todos los ingresos, gastos fijos, ahorro y cantidad que se puede gastar. De esta forma se nos permite realizar un balance y eliminar los gastos innecesarios.
La regla 50/30/20 es una estrategia de presupuesto personal que sugiere asignar ciertos porcentajes de los ingresos a diferentes categorías de gastos. Fue popularizada por la senadora estadounidense Elizabeth Warren en su libro "All Your Worth: The Ultimate Lifetime Money Plan" en 2005, como una guía simple para la gestión financiera personal.
El 50 por ciento se destina a cubrir necesidades básicas como vivienda, alimentos, servicios públicos, transporte y seguro de salud. El 30 por ciento se reserva para gastos no esenciales como entretenimiento, viajes, compras de ropa y más, mientras que el 20% por ciento se destina a ahorros, pago de deudas y fondos de jubilación.
Es un mecanismo de ahorro, diseñado por el escritor y empresario canadiense T. Harv Eker. A través de este método, el dinero que ingresa a nuestros bolsillos debe ser repartido de la siguiente forma.