Es común que, en redes sociales, con amigos o familiares escuchemos sobre los gastos hormiga, los cuales en un principio pueden ser no tan alarmantes; sin embargo, al final de quincena o de mes, reflejan un flujo de dinero bastante grande.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), los mexicanos suelen gastar entre 16 mil y 18 mil pesos anuales en pan, café, garnachas y aplicaciones de streaming de manera inconsciente.
A pesar de que el término hormiga en las finanzas esté estigmatizado para hacer referencia al gasto, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) también existe el tipo de ahorro hormiga.
En esta ocasión en DeDinero, te hablaremos sobre este método de ahorro, el cual promete traer beneficios de a poco a poco a tus finanzas personales.
De acuerdo con la Profeco, este sistema de ahorro es informal, ya que se ocupan medios o instrumentos que no están regulados o supervisados por alguna entidad gubernamental. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) elaborada en el 2018, el 40 por ciento de los mexicanos ahorra de esta manera. Sin embargo, existe la tentación de tenerlo cerca y gastarlo.
Es por ello que la Profeco recomienda ponerse una meta para evitar tentaciones y cumplir el objetivo. Para llevar a cabo el ahorro hormiga, se puede utilizar un frasco, una alcancía o cualquier recipiente en el cual nos permita almacenar dinero, y en el que sea complicado sacar el capital.
Este sistema consiste en guardar las monedas o el cambio que se traiga en el monedero o cartera al final de cada día de la semana, por lo que no representa un sacrificio permanente, pues solo se depositará el dinero que vaya sobrando.
A diferencia de los gastos hormiga, en los que se va gastando poco a poco hasta culminarlos la quincena, este método de ahorro es una cantidad monetaria que se suma día a día inconscientemente…
De acuerdo con la Profeco, algunas personas que utilizan este método de ahorro se ponen como objetivo depositar cierto tipo de moneda, como pueden ser las de 5 o 10 pesos.
Al utilizar esta estrategia de ahorro y almacenando solo las monedas de 10 pesos, al final de años se lograría ahorrar un total de 3 mil 600 pesos, por lo que esas monedas, que quizás destinamos para un “gustito”, acumuladas pueden ayudarnos a enfrentar algún imprevisto o para comprar algún bien de una mayor cantidad.