Si alguna vez te has preguntado cuál es la mejor edad para empezar a ahorrar para tu retiro, la respuesta es simple pero contundente: no hay edad, pero en cuanto antes, mejor.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) señala que 6 de cada 10 personas adultas en México no llevan un registro de sus gastos mensuales y, de los que sí lo llevan, el 64 por ciento lo hace de manera mental.
Por tal motivo, al final del mes muchos tendrán que recurrir, en el mejor de los casos, al guardadito, o bien pedir prestado a los amigos o familiares para salir de los compromisos no planeados.
Entre los instrumentos de ahorro formal que más utilizan las y los mexicanos, se encuentran las cuentas de ahorro.
Respecto al ahorro informal, el 37 por ciento de la población guarda su dinero en casa, un 18 por ciento en tandas, el 12 por ciento lo hace a través de una caja de ahorro del trabajo, otro 9 por ciento guarda su dinero con familiares o desconocidos y un 5 por ciento presta su dinero y obtiene intereses por ello.
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No contar con un presupuesto mensual hace más difícil la práctica del ahorro, pues al no formar este concepto parte de una meta o variable que debe ser alimentada con una porción de los ingresos de la familia, será muy difícil que el esfuerzo y voluntad de ahorrar permanezcan en el mediano plazo.
No importa si te acabas de integrar al mercado laboral o si ya tienes varios años de experiencia, lo importante es tener en cuenta que mientras más años ahorres para ese rubro, más oportunidades tendrás de mantener un buen estilo de vida cuando dejes de trabajar.
Ahorrar no siempre es sencillo; no obstante, este hábito financiero es uno de los pilares para tener unas finanzas sanas. El ahorro tiene dos objetivos principales.
Es así como la Condusef recomienda que el ahorro puede estar ligado al rango de edad, quedando de la siguiente forma: A los 20 años debes ahorrar al menos el 50 por ciento de tus ingresos, en caso de que aún vivas en casa de tus padres, pero si vives solo, considera ahorrar al menos el 15 por ciento.
A los 30 años tendrás que destinar al menos el 30 por ciento de tus ingresos si vives solo y aún no tienes hijos; al menos el 15 por ciento si estás pagando una hipoteca y ya tienes hijos.
A los 40 años se recomienda ahorrar entre el 30 y 40 por ciento de tus ingresos sin importar los gastos que tengas en esta etapa de tu vida.
A los 50 años el ahorro puede disminuir un poco, quedando entre 20 y 30 por ciento de los ingresos. Por último, a los 60 años, si aún trabajas, considera ahorrar el 15 por ciento de tus ingresos.