El caso de una mujer de Ciudad Juárez, Chihuahua, que madrugó para adquirir 50 pasteles en una sucursal de Costco con el fin de revenderlos a 600 pesos cada uno, sin lograr éxito en su emprendimiento, generó una amplia reacción en redes sociales, atrayendo miles de comentarios negativos. Frente a esta situación, un usuario de TikTok compartió su opinión con la idea de que los cibernautas lo entendieran, basándose en su experiencia como revendedor de Roscas de Reyes.
Y es que en el mundo donde todo es vendible y en el que nos encontramos sumergidos, surgen debates sobre las prácticas comerciales y su impacto en la sociedad. Un caso reciente que captó la atención es el del usuario de TikTok @jesusamiestilo, quien compartió su experiencia de revender Roscas de Reyes de Costco.
“No entiendo a la gente por qué se enoja tanto por eso si uno le busca pues, y todo es trabajo, mientras no robes, todo es trabajo, yo no estoy robando, yo estoy comprando y estoy vendiendo”, agregó en un video que subió a su perfil personal.
Pero el mismo individuo aparece en otro video, en el que fue captado mientras pelea y agrede a una mujer a la que le dice: "qué tanto llora, si quiere una rosca aquí tengo, cómpreme a mí, las doy en 700 está barata, están bien buenas las roscas de Costo, ustedes son viejas pobres que no pueden comprar mucho, las voy a vender todas, voy a venir por más"
Lo anterior desató una ola de insultos en contra del hombre, quien en su cuenta de TikTok decidió declarar que ahorró durante meses para adquirir una cantidad significativa de este tradicional pan y revenderlo a un precio mayor.
Sobre el asunto de triplicar el precio original, no dijo nada, aunque no pasó mucho tiempo para que viviera las consecuencias de una mala estrategia. Lo anterior, tomando en cuenta que decenas de usuarios de redes sociales le advirtieron que afectaba la disponibilidad del producto en Costco y elevaba artificialmente su precio.
Ante ello, Jesús defendió su acción afirmando que no obliga a nadie a comprar y que simplemente estaba aprovechando una oportunidad de negocio, en el cual fracasó. Así lo declaró:
"Gente la neta ya ando preocupado, la neta ya estamos a 6 de enero y el año pasado para el 5 ya habíamos vendido todo, la neta sí me agüita porque yo creo que mucha gente ha tirado mucho hate y yo creo que esa gente ha hecho que los demás no quieran comprar, y pues sí, todavía nos quedan varias, la neta, nos quedan muchas, sí me agüita mucho gente, porque vamos hasta perder dinero nosotros pues, pero pues ni modo, así es la vida".
Los comentarios tras sus palabras fueron varios: "Ahora les llaman el Enrroscado", "Libre mercado papá, ni la gente ni el hate, fueron tus precios exagerados para querer ganarle, y la gente no decidió comprarte", "La arrogancia no deja absolutamente nada bueno. Nada. Tarde o temprano se le regresa todo a la gente abusiva".
En México, como en muchos otros países, la reventa de productos es legal siempre y cuando se respeten las normativas de comercio y no se incurra en prácticas desleales o monopólicas. A pesar de ello, la legalidad no siempre se alinea con la percepción ética de la sociedad.
Y es que en este caso, aunque Jesús no violó ninguna ley, su práctica comercial generó un debate sobre la responsabilidad social del emprendedor. El emprendimiento efectivo no solo se mide por el éxito económico, sino también por su impacto social; en este caso, hay que considerar cómo las acciones empresariales afectan a la comunidad.
Aunque la reventa de Roscas de Reyes puede ser vista como una iniciativa empresarial legítima, también es importante reflexionar sobre cómo estas prácticas afectan a los consumidores, especialmente en términos de acceso y precio justo.
La responsabilidad social empresarial es un componente clave del éxito en los negocios modernos, las empresas y emprendedores están cada vez más conscientes de que su éxito depende no solo de las ganancias, sino también de su contribución al bienestar social.