En la actualidad, la elaboración de un testamento se ha convertido en una cuestión esencial para quienes desean asegurar el futuro de sus bienes y patrimonios tras su fallecimiento.
La falta de un testamento a menudo genera conflictos familiares y problemas legales que se podrían haber evitado con una planificación adecuada. En algunos casos, las normas legales sobre sucesión intestada pueden no reflejar los deseos del fallecido y dejar a algunos de sus seres queridos sin la protección que necesitan.
Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), quienes deseen obtener este documento deben cumplir con los siguientes requisitos:
Dentro de este documento, el testador declarará cómo se repartirán sus bienes y qué porcentaje les tocará a sus herederos. Asimismo, se pueden incluir disposiciones sobre la guarda y cuidado de hijos menores, la designación de tutores y otros asuntos relacionados con la sucesión hereditaria.
Además, en un testamento, el testador designa a uno o más beneficiarios que recibirán sus bienes y puede nombrar a un ejecutor testamentario para garantizar que se cumplan sus instrucciones según lo establecido en el documento.
En caso de que el testador cambie de opinión con respecto a la repartición de sus bienes, puede modificar su testamento si así lo desea. Por lo que debe acudir con un notario público para manifestar las modificaciones que desea realizar al nuevo documento.
En caso de que el testador haya realizado muchos testamentos, el notario junto con el albacea tomarán como válido el último que se haya elaborado.
Para conocer la notaría más cercana a su domicilio y aprovechar el descuento que se ofrece durante el mes del testamento por parte de la Secretaría de Gobernación y el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, se puede visitar el siguiente enlace: notariadomexicano.org.mx/directorio-de-notarios/