¿Te has encontrado a tres días de la próxima quincena sin saber cómo le vas a hacer? Si tu respuesta es sí, puedes empezar a armar un presupuesto para evitarte dolores de cabeza.
Para lidiar con escenarios como este, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explica cómo puedes hacer un presupuesto para utilizar tu dinero de forma inteligente y cumplir tus metas, y aquí te lo explicamos paso a paso.
¿Qué es presupuesto y para qué sirve?
Un presupuesto es un registro de ingresos y gastos que te permite organizar tus cuentas. Lo más recomendable es llevarlo por escrito, porque así te brindará claridad y podrás identificar en qué se va tu dinero, además de conocer tu nivel de ahorro y capacidad de pago.
Te conviene elaborarlo cada mes por ser el lapso más común para pagar servicios como el teléfono, renta y tarjeta de crédito, y a esto pueden agregarse los servicios con cargo bimestral, como la luz y el agua.
Para esto, puedes utilizar una libreta, pero también existen aplicaciones que puedes ejecutar en tu computadora o celular y te ayudan a crear tu presupuesto, a fin de mejorar tus finanzas.
Paso a paso: ¿cómo armar tu presupuesto?
1- Identifica tus ingresos. Anota todas las fuentes de dinero que tienes cada mes y sepáralas en fijas y variables.
Los ingresos fijos son entradas regulares, como un sueldo o pensión, mientras que los variables cambian de un mes a otro, tales como propinas, ingresos por ser comerciante, bonos y comisiones.
Si todos tus ingresos son variables, tal vez pienses que no tiene caso elaborar un presupuesto, ¡pero es todo lo contrario!. Cuando lo lleves al papel, podrás identificar patrones de los que no eres consciente y así evitarte problemas económicos a futuro.
2- Identifica tus gastos. Haz una lista de cada concepto al que destinas tu dinero y también clasifícalos en fijos y variables.
Los gastos fijos incluyen alimentación, transporte, servicios, deudas, educación y renta, entre otros. Por otro lado, los gastos variables cambian según tus gustos y actividades, y pueden ser compra de ropa y calzado, comidas fuera de casa, visitas al cine o lo que destines a cualquier emergencia.
Para este paso puedes cargar una libreta pequeña o dispositivo donde anotes todo aquello en los que gastes tu dinero, sin importar que sean unos tenis, la gasolina, una revista o hasta unos chicles.
3- Organiza tus gastos en categorías. Una vez que sepas en qué conceptos gastaste durante el último mes, divídelos en grupos como alimentos, vivienda, salud, educación, diversión y transporte. Así sabrás finalmente qué hiciste con tu dinero.
4- ¡Saca tu balance! Suma todos tus ingresos y a esta cifra réstale la suma de todos tus gastos. Así tendrás tu balance, que puede ser equilibrado, positivo o negativo.
En el primer caso (equilibrado), como su nombre lo indica tus ingresos y gastos son iguales, por lo que tienes unas finanzas equilibradas. No está mal, pero cualquier imprevisto puede desbalancearte, por eso si haces un esfuerzo puedes estar mejor.
Si tus ingresos superan a tus gastos, ¡felicidades! Este es el escenario ideal, pues te permite ahorrar, invertir y hacer frente a algún imprevisto.
Por último, si tienes más gastos que ingresos, estás en problemas. Probablemente tengas que pedir prestado, lo cual te generará deudas. Frente a esta situación, lo mejor es evitar gastos innecesarios y recortar en aquello que te sea posible.
5- Genera excedentes. El objetivo es conseguir que tus ingresos sean mayores que tus gastos y destinar este dinero adicional a cumplir tus metas. ¿Quieres irte de vacaciones, estudiar, comprar un inmueble o vehículo, o quizá tener un mejor retiro? Tener excedentes cada mes puede ayudarte a conseguirlo.
Algunos consejos de la Condusef para lograrlo son: disminuir las comidas fuera de casa, evitar hábitos como fumar o beber, y hasta bolear tus propios zapatos.
¿Cómo planear tus ingresos y gastos del próximo mes?
Muy bien, ¡ya conoces tus ingresos y gastos! Ahora puedes separar tus recursos del próximo mes para evitar esos momentos de ansiedad previos a la quincena.
Si no tienes deudas, puedes destinar una fracción de tus ingresos totales al ahorro, por ejemplo, entre un 10 y 20 por ciento, el cual puedes guardar e invertir para acercarte poco a poco a cumplir tus sueños.
También separa un monto para imprevistos, pues no sabes si un día se descompondrá algún aparato, electrodoméstico, o deberás pagar un servicio que no tenías contemplado. Esto puedes complementarlo con algún seguro, pues recuerda, los seguros cuidan tus finanzas.
Finalmente, crea un apartado para cubrir tus gastos fijos y variables, los cuales ya deberías tener muy claros, y cuéntanos cómo te fue al armar tu presupuesto.