En los últimos años, la relación entre México, China y Estados Unidos ha tomado un giro inesperado, especialmente en el sector automotriz. El aumento considerable de la inversión china en México no es visto como algo bueno por Donald Trump, quien ya ha sido perfilado y anunciado como ganador de la contienda presidencial de este martes 5 de noviembre.
En una reciente entrevista con BusinessWeek, Donald Trump se pronunció sobre el tema, afirmando que China está construyendo grandes plantas automotrices en México con el propósito de vender vehículos en el mercado estadounidense, una situación que, según él, representa una amenaza para el empleo en Estados Unidos.
¿Qué ha dicho Donald Trump de México?
La inversión china en el sector automotriz mexicano
El sector automotriz mexicano ha visto una afluencia importante de inversión china en los últimos años, especialmente en el primer semestre de 2024, cuando China representó aproximadamente 18.3% de la inversión extranjera en la industria automotriz mexicana.
Esto equivale a alrededor de 2,265 millones de dólares distribuidos en 20 proyectos de inversión. Marcas chinas como BYD, Changan y Chirey están incrementando su presencia en el mercado, estableciendo cerca de 500 concesionarios en todo México y compitiendo directamente con marcas tradicionales en el país.
Este auge de las marcas chinas en México no es un fenómeno aislado, sino parte de una estrategia de expansión para ganar una mayor participación de mercado en América del Norte. Pero todo está en veremos, con las recientes declaraciones de Donald Trump.
Estados Unidos y su preocupación por la inversión china en México
La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) y sindicatos como el United Auto Workers (UAW) han señalado que la inversión automotriz china en México podría afectar la competitividad de la industria estadounidense.
La USTR ha dicho que este fenómeno puede representar una ventaja para China, al permitir que los vehículos fabricados en México ingresen a Estados Unidos con menores aranceles y costos de producción.
Los sindicatos estadounidenses también han expresado su preocupación. Según UAW, la creciente presencia de marcas chinas en el sector automotriz mexicano parece estar diseñada para evadir aranceles sobre importaciones directas de China hacia Estados Unidos.
Este sindicato ha expresado que la expansión china en México puede debilitar la industria manufacturera estadounidense, afectando potencialmente el empleo en este sector.
El “América Primero” y las amenazas de aranceles
Trump ha sido claro en sus declaraciones, sugiriendo que impondría aranceles elevados a los vehículos producidos en México como una forma de proteger los empleos en Estados Unidos.
Esta política de “América Primero”, promovida durante su administración, tiene como objetivo reducir la dependencia de productos manufacturados en otros países, especialmente en México, y buscar que se mantenga la producción en suelo estadounidense.
Si bien esta medida aún es una propuesta, la amenaza de aranceles elevados sobre los vehículos ensamblados en México podría afectar la inversión extranjera directa (IED) en el país. Este tipo de políticas arancelarias impactarían a las empresas chinas que invierten en México y a la economía mexicana en su conjunto, al dificultar el acceso de sus productos al mercado estadounidense.
A pesar de estas tensiones, las empresas chinas en México parecen no tener planes de detener su expansión. Ray Zou, presidente de BYD en México, declaró recientemente que la compañía mantiene sus planes de construir una planta en el país, con una inversión inicial de mil millones de dólares.
Según Zou, los productos de BYD están enfocados en el mercado latinoamericano y no tienen la intención de ser exportados a Estados Unidos, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
¿Qué significa esto para la economía mexicana?
La expansión de las marcas chinas en México representa una oportunidad considerable para el desarrollo económico del país. La entrada de nuevas inversiones genera empleos, promueve la competencia y fomenta el crecimiento de la infraestructura en el sector automotriz.
Sin embargo, la posibilidad de que Estados Unidos imponga aranceles elevados a los productos fabricados en México representa un riesgo considerable para el crecimiento de este sector.
En un contexto así, la tarea de México es diversificar sus socios comerciales y explorar oportunidades para reducir su dependencia de Estados Unidos como principal mercado de exportación. Fortalecer relaciones con otros países y bloques económicos, como la Unión Europea y América Latina, podría ofrecer un amortiguador ante las políticas arancelarias de Estados Unidos y proteger la economía mexicana frente a posibles restricciones comerciales.
A medida que las inversiones de China continúan creciendo en México, nuestro país enfrenta el desafío de equilibrar su relación con Estados Unidos y su presidente Donald Trump y de proteger su economía en un entorno de incertidumbre política y comercial.