El laboratorio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza estudios de calidad en productos y marcas disponibles en varios establecimientos en México.
El propósito de estos análisis es que los consumidores puedan comparar los artículos y tomar decisiones informadas al comprar productos para uso diario, equipos electrónicos y comestibles.
Los resultados de estos estudios se publican en la Revista del Consumidor y en el portal web de Profeco gob.mx/Profeco.
En esta ocasión, en DeDinero, te compartimos el estudio que la Procuraduría Federal del Consumidor realizó sobre los mejores procesadores de alimentos.
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De acuerdo con la Profeco, estos son electrodomésticos compactos diseñados para mezclar y licuar alimentos en porciones pequeñas, para preparar batidos, jugos y más bebidas de manera sencilla.
Existen dos tipos de procesadores, los cuales son:
Están diseñados para mezclar y licuar alimentos, son compactos y portátiles, su diseño es para uso individual, tienen cuchillas más afiladas para triturar frutas, verduras y hielo.
Por lo general incluyen vasos o botellas en los que además de utilizarlos para licuar, puedes usarlos directamente como un recipiente para beber. Son la mejor opción para preparar licuados que se beberán al momento.
Se utilizan principalmente para cortar, picar, rallar, mezclar y amasar ingredientes. Su diseño es más grande y adecuado para tareas más complejas.
Suelen incluir varios discos y cuchillas intercambiables para diferentes funciones, como rallar y rebanar. Manejan mayores volúmenes de alimentos, son electrodomésticos para tareas de cocina más amplias.
En el estudio que realizó la Profeco, se analizaron 10 modelos de 8 diferentes marcas, en los cuales se expusieron a las siguientes pruebas:
De acuerdo con estos filtros, los mejores procesadores son los siguientes:
Por otro lado, la Profeco brinda las siguientes recomendaciones de uso para estos electrodomésticos.
Antes de estrenarlo se debe lavar, para quitarle las impurezas que pudiera tener adheridas tras su fabricación.
Hay que leer el manual antes de utilizarlo, y guárdalo en un lugar seguro para futuras referencias.
No utilizarlo con las manos mojadas o ponerlo sobre superficies húmedas, además de que se debe mantener el área donde se vayan a preparar los alimentos secos para evitar accidentes.
No hay que exceder la capacidad máxima para que no se fuerce el motor.
Se deben colocar primero los líquidos y luego los sólidos para que se procesen de mejor forma los alimentos.
Después de utilizarlo se debe lavar para prevenir malos olores y acumulación de bacterias.
No mezclar líquidos calientes ya que pueden dañar el plástico.
Una vez que se termine de usar, se debe desconectar la clavija.