Cada mes, el laboratorio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), mediante la Revista del Consumidor, presenta los resultados de diversos análisis de calidad hechos a productos y marcas que se encuentran en los diversos establecimientos en México.
En la edición del mes de febrero, la Profeco puso a prueba un total de 44 modelos de rollos de papel higiénico de 21 marcas distintas. Por lo que en esta ocasión en DeDinero te compartimos los resultados de este análisis, y así sepas qué marca de papel te conviene más.
¿Qué es el laboratorio de la Profeco?
Como mencionamos anteriormente, la Procuraduría Federal del Consumidor lleva a cabo un análisis de una variedad de artículos con el fin de que los consumidores puedan comparar los productos y tomar decisiones informadas al momento de adquirir los artículos de uso diario, dispositivos electrónicos y alimentos.
Los resultados de estos análisis se suelen publicar mediante la Revista del Consumidor y en el portal web de la Profeco.
¿Cuáles son los mejores papeles higiéncios?
Los 41 productos analizados por la Profeco fueron sometidos a las siguientes pruebas:
- Información al consumidor.
- Acabados.
- Contenido, dimensiones y su veracidad.
- Determinación del gramaje de la hoja.
- Blancura.
- Prueba de rapidez de desintegración.
- Resistencia a la rotura de las hojas.
- Resistencia en la línea de corte.
De acuerdo con los filtros mencionados, la Profeco mencionó que los 41 productos analizados pasaron las pruebas. Sin embargo, las siguientes marcas se destacan por ser de los papeles que más rápido se desintegran:
El papel de la marca Lys tardó un poco más de 2 minutos. El precio del paquete de 4 piezas es de 11 pesos.
Los rollos Kleenex Cottonelle Soft tardaron tan solo 14 segundos. El costo del paquete de 12 rollos es de 105 pesos.
De la marca Great Value, el modelo Ultra Soft tardó casi medio minuto en desintegrarse. El paquete de 16 rollos tiene un costo de 146 pesos.
Por último, la Profeco recomienda a la población, antes de comprar este producto, tomar en cuenta que en muchas ocasiones el papel higiénico barato puede significar un costo extra por el desperdicio derivado de una calidad menor.