Según informó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los precios del jitomate en la Ciudad de México y Zona Metropolitana registraron alzas durante la tercera semana de enero de 2023 hasta venderse a 70 pesos el kilo.
Esto se refleja en el reporte "¿Quién es quién en los precios?" de la Profeco, el cual muestra que un kilo de jitomate bola se vendió desde el 15 de enero y hasta la fecha desde los 37 hasta los 70 pesos.
También indica que, para el caso del tipo bola Sinaloa, se vendió en promedio por 55 pesos el kilo en tiendas de autoservicio, mientras que el jitomate saladette tuvo un precio promedio de 50.9 pesos, aunque llegó hasta los 59 pesos por kilo.
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Al respecto, el director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, Juan Carlos Anaya, dijo a EL UNIVERSAL que los precios de frutas y verduras son muy volátiles, como se observó el año pasado con un incremento del 11 por ciento.
Añadió que seguirá observándose "presión en ciertos productos" debido a la temporalidad, así como por el cambio climático y sequías, lo cual afecta a la producción agrícola.
Esta explicación sobre el cambio en precios de frutas y verduras llega en un contexto donde la Ciudad de México ha experimentado fenómenos como el florecimiento de las jacarandas en enero.
Recordemos que esto solía ocurrir durante el inicio de la primavera, pero el adelanto podría ser indicador de un incremento en las temperaturas que puede traer consecuencias al ecosistema.
Como explicó en su momento el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las condiciones meteorológicas estarían influyendo sobre la economía mundial y podrían afectar al comercio internacional y los mercados laborales.
"Se han detectado daños económicos por el cambio climático en sectores expuestos al clima, con efectos regionales en la agricultura, la silvicultura, la pesca, la energía y el turismo y a través de la productividad laboral al aire libre", señaló el IPCC en un reporte.
Además, explica que los medios de subsistencia individuales pueden modificarse por dichos cambios en la productividad agrícola, impactos en la salud humana y en la seguridad alimentaria.