A partir del primer día de 2025, los mexicanos enfrentamos un nuevo incremento de precio en productos como los refrescos, los cigarros y los combustibles.
Este ajuste fue anunciado en el acuerdo 180/2024 publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el Diario Oficial de la Federación, y responde a la actualización anual del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, conocido como IEPS.
El IEPS es un impuesto que aplica a ciertos bienes y servicios con el objetivo de desincentivar su consumo, ya sea porque afectan la salud, el medio ambiente o porque son productos considerados no esenciales.
Este impuesto contempla productos como tabaco, bebidas azucaradas, alcohol, gasolina y diésel, lo que significa que cualquier incremento en sus tasas repercute directamente en los precios que pagan los consumidores.
En el caso de los refrescos, el IEPS se justifica como parte de las políticas públicas para combatir problemas de salud como la diabetes y la obesidad.
Los cigarros, por su parte, enfrentan impuestos elevados por sus efectos perjudiciales a la salud y el medio ambiente.
Por último, los combustibles también están gravados bajo el IEPS, en un esfuerzo por incorporar costos ambientales al precio final y fomentar el uso de alternativas energéticas más sostenibles.
¿Por qué cuando sube la gasolina “sube todo”?
El impacto de este incremento no solo se limita a los productos directamente gravados. Los costos asociados pueden trasladarse a otros bienes y servicios debido a su dependencia de los combustibles para transporte y logística, lo que podría traducirse en un aumento general en el costo de vida.
Por ejemplo, en un restaurante se necesitan muchos proveedores para brindar sus servicios, estos mismos utilizan transportes que regularmente utilizan gasolina, entonces si la gasolina sube, impacta a sus costos para poder operar, lo que da como resultado subir sus precios.
Para muchos, estas alzas representan un reto financiero. Sin embargo, también son una oportunidad para reflexionar sobre los hábitos de consumo y buscar alternativas más saludables, sostenibles o económicas. Mantenerse informado es la mejor herramienta para tomar decisiones responsables ante los cambios económicos que trae el nuevo año.
