En las últimas semanas, muchos usuarios han compartido en redes sociales que, al hacer una compra online, han recibido un producto denominado "Chabubus" en lugar de lo que realmente querían: "Labubus". La confusión se ha desatado, ya que ambas palabras suenan similares, pero lo que hay detrás de cada una no es exactamente lo mismo.
Para quienes no están familiarizados con el término "Labubus", se trata de unas figuras de vinilo coleccionables que se han hecho muy populares recientemente, diseñadas por el artista de Hong Kong, Kasing Lung.

¿Qué son los Labubus?
Se caracterizan por su apariencia de monstruos adorables, con ojos grandes, dientes puntiagudos y colores llamativos.
Sin embargo, muchos no esperaban que su elección se viera sustituida por lo que algunos denominan "Chabubus", lo cual ha generado confusión en las compras y, por supuesto, en el bolsillo de los consumidores.
Los Labubu tienen orejas grandes y puntiagudas, ojos expresivos y una sonrisa encantadora. Su cuerpo es pequeño y rechoncho, lo que los hace aún más adorables.
Se venden en cajas sorpresa, lo que significa que no sabes cuál figura te tocará hasta que la abres. Esto fomenta la emoción y el deseo de coleccionarlas todas.
Existen diferentes series de Labubu, cada una con temáticas y diseños únicos. Algunas de las series más populares son "The Monsters", "Exciting Macaron" y "Have a Seat". Las figuras Labubu están hechas con materiales de alta calidad y tienen un acabado impecable.
El costo de un Labubu original varía dependiendo del lugar y la presentación, pero por lo general, el precio ronda entre los $800 a $2000 pesos.
Y los Chabubus... ¿Qué son?
Ahora, los Chabubus son una especie de versión pirata de los pequeños monstruos. Según los testimonios de varios usuarios, los Chabubus serían un intento de replicar los Labubus originales, pero con algunos detalles que no son exactamente iguales.

Los Chabubus suelen llegar con una textura diferente, los dientes chuecos, pinturas diferentes o incluso con la cabeza volteada. Estos detalles han generado quejas de que el producto no cumple con las expectativas de los consumidores que buscaban la experiencia de las Labubus.
En cuanto a los precios, los Chabubus son generalmente más baratos, con un costo aproximado de entre $100 a $300 pesos mexicanos, lo que los hace más accesibles en términos de precio.

Además, las redes sociales han jugado un papel fundamental en amplificar las quejas. Con miles de usuarios que compartieron sus experiencias, la controversia creció rápidamente. Muchas personas que nunca habían oído hablar de las "Chabubus" ahora se sienten atraídas por su bajo costo, pero también decepcionadas por la calidad del producto.
¿Cómo diferenciarlos?
Si te encuentras en la situación de recibir un Chabubu en lugar de un Labubu, lo primero que puedes hacer es verificar el empaque. Los Labubus suelen tener una presentación más pulida.
Por otro lado, las Chabubus pueden presentar un empaque más simple o con detalles menos específicos, lo que puede indicar que se trata de una versión de menor costo.

Otra forma de distinguirlos es observar los detalles en pintura, dientes y textura.
En algunos casos, los usuarios han optado por simplemente quedarse con el producto, aceptando que los Chabubus no son un mal monstruo, solo diferente.
Si el precio es lo que más te atrae de este nuevo producto, tal vez esta sea una opción viable, aunque no sea exactamente lo que esperabas.
El fenómeno de los Chabubus es un claro ejemplo de cómo las expectativas de los consumidores pueden verse alteradas por el precio. Si bien estos monstruos pueden parecer similares, las diferencias de presentación y precio son notorias.
Al final, lo más importante es que el consumidor esté consciente de lo que está adquiriendo y sepa qué esperar al momento de la compra. Si eres un fanático de estos muñecos, tal vez lo mejor sea investigar un poco antes de pedir tu labubu.