Adquirir un automóvil por primera vez implica varios gastos. Antes de aventurarte a comprarlo, es recomendable analizar tus finanzas y presupuesto para verificar si tu situación económica es lo suficientemente sólida para afrontar estos gastos.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) menciona que no solo se debe considerar el costo del vehículo y los intereses derivados de los créditos automotrices, sino también otros gastos adicionales como impuestos, servicios y trámites asociados.
Uno de los gastos principales al comprar tu primer automóvil es el enganche, que representa el pago inicial y suele ser del 10 por ciento al 20 por ciento del precio total del auto. Ahorrar para un buen enganche puede reducir la cantidad que necesitas financiar, lo que hace que los pagos mensuales sean más bajos y menos costosos a largo plazo.
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Además del enganche, tendrás que pagar el crédito automotriz, es decir, las cuotas mensuales que cubren el préstamo solicitado para comprar el auto. La cantidad de estos pagos dependerá del enganche, la tasa de interés y el plazo del préstamo.
Un plazo más corto significa pagos mensuales más altos, pero menos intereses, mientras que un plazo más largo reduce los pagos mensuales, pero aumenta el total pagado debido a los intereses.
Antes de comprometerte con un crédito automotriz, es fundamental comparar las opciones disponibles y entender completamente los términos y condiciones. Utilizar herramientas como el “Simulador de Crédito Automotriz” de Condusef puede ser muy útil para evaluar diferentes escenarios y encontrar la mejor opción para tu situación financiera.
Otro gasto importante es el costo de la expedición de la licencia de conducir, que varía según la entidad federativa y el tipo de licencia. Por ejemplo, en la Ciudad de México, algunos precios son:
- Licencia tipo A (autos particulares) por tres años: 1,049 pesos.
- Licencia tipo A permanente (reposición): 1,049 pesos.
- Licencia tipo A2 (autos y motos) por tres años: 1,049 pesos.
Tramitar la licencia de conducir es obligatorio, pues es un requisito legal para poder circular y portarla evita multas o sanciones. Además, contar con una licencia vigente y en regla es crucial en caso de cualquier incidente de tránsito.
Adquirir un seguro automotriz es un gasto esencial que, aunque puede parecer costoso, ofrece protección indispensable para ti y tu vehículo. Contar con un seguro adecuado no solo es una obligación legal en la mayoría de las entidades federativas, sino que también brinda tranquilidad y respaldo financiero en caso de accidentes, robos o daños a terceros.
Además de la cobertura básica, existen seguros con coberturas adicionales adaptadas a tus necesidades. Por ejemplo, un seguro con cobertura amplia puede incluir daños materiales, responsabilidad civil, gastos médicos, asistencia vial y protección legal.
Finalmente, considera los gastos de la tenencia y el refrendo vehicular, que varían según la entidad federativa y el modelo y año de tu vehículo. En la Ciudad de México, los precios para el pago de la tenencia y el refrendo son los siguientes:
- Tenencia: Se determina como un porcentaje del valor del vehículo. Para vehículos nuevos, este monto puede ser considerablemente alto. Existen exenciones y subsidios para vehículos con un valor menor a 250 mil pesos y que estén al corriente con sus pagos.
- Refrendo: Es un pago anual fijo de 698 pesos para vehículos particulares en 2024. Mantener al día el pago de la tenencia y el refrendo es fundamental para realizar otros trámites necesarios como la verificación vehicular y la revalidación del seguro automotriz.
Para muchas personas jóvenes, adquirir su primer auto simboliza un paso trascendental en la transición hacia la adultez y la independencia. Este logro no solo se limita a tener un medio de transporte propio, sino que se transforma en una puerta hacia un mundo de nuevas experiencias y oportunidades.
Sin embargo, detrás de la emoción de tener un vehículo propio se esconde un conjunto de responsabilidades financieras que deben ser comprendidas y gestionadas desde el principio.
