En el corazón de la dieta mexicana, la tortilla se enfrenta a un reto sin precedentes en la historia reciente. Tras el paso del Huracán Otis en Guerrero, el sector tortillero de Acapulco ha sufrido un golpe devastador.
Actualmente, adquirir un kilo de tortillas se ha convertido en una tarea ardua ya que aproximadamente el 80 por ciento de las tortillerías permanecen cerradas debido a la escasez de insumos esenciales como maíz, harina, agua, gas y electricidad.
"Hay desabasto y subió todo de precio. La luz es irregular y a veces no hay ni tortillas", nos cuenta María, cuya familia vive en la costa de Guerrero y resultó afectada por este fenómeno climatológico.
Añade que los habitantes "van de Acapulco a las gasolineras de otras zonas y se agota el combustible. No funcionan bancos y las tiendas están vacías".
Homero López, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla (CNT), explicó a El Universal la crítica situación del sector: Dijo que hay tortillerías que perdieron techos y el 40 por ciento de estas sufrió daños en sus infraestructuras a causa del huracán. Aunque el 60 por ciento no presentó daños estructurales, la falta de servicios básicos como agua y energía eléctrica ha imposibilitado su funcionamiento”.
Esta serie de factores ha resultado en una operación complicada para el gremio tortillero, vital para la economía y la alimentación en la región.
En los días subsiguientes al desastre natural, el precio del kilo de tortilla alcanzó un pico de 60 pesos, duplicando su costo pre-huracán.
Sin embargo, gracias a la contribución de grandes harineras como Minsa y Maseca, y al soporte del gobierno estatal que facilitó la adquisición de maíz a precios más accesibles, se anticipa una reducción en el precio del kilo de tortilla a los habituales 20 pesos.
La realidad es que sólo el 20 por ciento de las tortillerías están operativas, en gran medida por la interrupción en el suministro de energía eléctrica. El restablecimiento gradual del gas es una buena señal, pero aún es necesario el apoyo a los tortilleros para que puedan adquirir a crédito harina y maíz a precios justos, lo cual es crucial para su recuperación financiera y la reparación de los daños sufridos.
Homero López agregó que aún no se ha restablecido el servicio eléctrico, y que "no hay agua, el suministro del gas es poco a poco, no se ha restablecido porque se tiene que volver a comprar harina, maíz, porque a muchos se les mojó y ya no está en buenas condiciones".
Ante esta contingencia, el gobierno ha iniciado una campaña activa para obtener donaciones de maíz, solicitar gas a las compañías distribuidoras y proveer los servicios necesarios a las tortillerías para que puedan retomar la producción de tortillas, un alimento fundamental en la mesa de los mexicanos.