El llamado “pink tax” o impuesto rosa no es propiamente un impuesto, sino un sobreprecio que afecta principalmente a productos y servicios dirigidos a mujeres. Aunque este fenómeno se ha observado en distintas categorías, destaca especialmente en los productos de higiene personal, seguros y artículos de consumo cotidiano.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha analizado este tema y brinda información valiosa para ayudar a los consumidores a tomar decisiones inteligentes.
Además, busca promover y proteger los derechos y la cultura del consumidor a través de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC).
¿Qué es el impuesto rosa o pink tax?
El impuesto rosa, según explica la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, surge como resultado de estrategias mercadológicas que vinculan estrechamente a las mujeres con el hogar y el consumo.
Esta relación las convierte en el objetivo principal de las campañas publicitarias por su activa participación en el mercado, lo que resulta en precios más altos para productos que, en muchos casos, no difieren significativamente de sus versiones dirigidas a hombres.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), este sobrecosto también responde a mayores inversiones en diseño, empaque y publicidad para productos femeninos.
Sin embargo, algunos expertos sugieren que muchas veces estos costos no se justifican, ya que los productos son funcionalmente similares.
Ejemplos y casos comunes del impuesto rosa
Las categorías donde más se nota este sobreprecio incluyen:
- Productos de higiene personal, como rastrillos, jabones y cremas.
- Ropa y accesorios.
- Servicios financieros, como seguros, donde el costo es más alto debido a factores como la mayor esperanza de vida de las mujeres o su susceptibilidad a ciertas enfermedades.
Cómo identificar el impuesto rosa y reducir su impacto
La Condusef recomienda a los consumidores comparar precios y optar por versiones neutras o masculinas de ciertos productos siempre que sea posible. Por ejemplo, rastrillos para hombres suelen ser más baratos y funcionan igual de bien.
En otros casos, como perfumes o cremas con fragancias específicas, sugiere buscar marcas más económicas con características similares.
También es recomendable comparar precios en tiendas distintas para saber en dónde conviene hacer las compras.
El impuesto rosa no solo impacta el bolsillo de las mujeres, sino que también evidencia cómo las estrategias de consumo pueden perpetuar desigualdades. Adoptar un consumo consciente, comparar precios y exigir equidad en el mercado son acciones clave para contrarrestar este fenómeno.