Rodrigo Guerrero

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De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los seguros son los servicios que nos protegen financieramente ante el riesgo de perder un bien que nos sería difícil de reponer como autos, casas, electrodomésticos, entre otros.

Hablando de salud, existen los s mayores o menores, dependiendo de los servicios y cobertura que ofrecen.

De acuerdo con Luis Esteban Martínez, director de Desarrollo de Negocios de Inter, en el país “menos del 10% de la población tiene un seguro de gastos médicos mayores". Eso significa que, al momento de una hospitalización, alrededor del 55% de las personas que entran a la atención privada tienen que desembolsar de sus los gastos derivados de alguna enfermedad o de algún accidente que les provocó la necesidad de atención médica”, señala, de ahí la importancia de contar con un servicio de esta naturaleza.

De acuerdo con su experiencia, Luis Esteban revela que una de las causas por las que las familias mexicanas no pueden crecer en su economía es por causa de deudas por enfermedad.

“Entran en un círculo vicioso en donde sí un"

El integrante de la familia se enferma y necesita atención y no se tiene el flujo suficiente, tienen que pedir un préstamo que genera intereses, y cuando se termina de pagar, probablemente ya se enfermaron otra vez”, explica el experto.

Punto de partida

Fue a raíz de la aparición del Covid-19 que el interés por adquirir una póliza de salud aumentó y más personas se acercaron a aseguradoras para valorar y consultar costos y beneficios de los servicios.

“Sí hay una tasa de crecimiento importante, sobre todo por estas externalidades que hemos vivido. “La pandemia, además de sensibilidad, es un tema bastante delicado del que poco a poco se está saliendo y del que todavía tenemos ciertos estragos”, señala Luis Esteban, pues buena parte de la población comprobó la necesidad e importancia de tener atención inmediata y de calidad ante la saturación de los hospitales públicos.

El A, B, C de los seguros

En nuestro país, existen diferentes tipos de seguros enfocados al tema de salud, como los indemnizatorios, que cubren enfermedades o cirugías de alta frecuencia, donde la aseguradora se compromete a indemnizar al cliente haciéndole un depósito para que lleve a cabo su tratamiento.

“Están los de gastos médicos menores que, como su nombre lo dice, tienen un alcance hacia enfermedades de menor severidad y, por último, los gastos médicos mayores, que cubren enfermedades más graves". Estos tienen un deducible y un coaseguro, pero, al final, el costo beneficio siempre es mucho más alto que cualquier póliza que llegue a pagar el cliente”, explica Martínez.

Otro que también tiene una alta frecuencia de uso y valor por parte de los clientes es el seguro de accidentes personales, que se maneja a través de reembolsos por los gastos que se facturaron en el hospital derivados de algún accidente.

Cultura de prevención

Una frase de venta que explotan los agentes a la hora de ofrecer una póliza es que “es mucho mejor tener un seguro y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”. Sin embargo, esta filosofía se ha intentado modificar y, al contrario de lo que se crea, ahora se ofrecen productos donde los clientes le puedan extraer valor sin sufrir un siniestro severo.

“La prevención es algo fundamental y es una cultura que debemos de fomentar en nuestro país, porque muchas veces una enfermedad que no está bien cuidada o que no se previno, deriva en padecimientos que requieren de altos gastos”, comenta Esteban, de ahí que ahora las aseguradoras cuenten con beneficios extras como análisis, servicios de laboratorio, descuentos en farmacias, check ups anuales o servicios dentales, como limpiezas, entre otros, que están a disposición de los asegurados y que pueden aprovechar.

“Este tipo de productos lo que hacen es que las personas vean que los seguros verdaderamente están hechos para ayudar y prevenir”, explica.

De acuerdo con estimaciones de Inter, en 2013 un siniestro rondaba entre los 35 mil pesos, mientras que, para 2023, aumentó a más de 130 mil pesos. “Esto significa que ha habido un incremento en los costos de los hospitales, en la materia prima que se necesita y la especialización de los médicos”, detalla, de ahí la importancia de contar con un producto para hacerle frente a una eventualidad.

“Las personas que sí tienen un seguro de gastos médicos mayores, en el 80 % de las veces, la aseguradora es quien le hace frente al siniestro; el cliente no tiene que pagar nada derivado de los gastos de hospital y de los deducibles". El otro 20%, los clientes tienen que pagarlo primero y luego meterlo como reembolso”, comparte.

La mejor opción

Elegir una póliza dependerá de las necesidades e intereses de cada uno de los integrantes de la familia. En cuanto a la edad, entre más joven se es, más económico será el costo de la póliza. Otro aspecto importante para contratar una póliza es gozar de una buena salud en general.

“La mayoría de las pólizas de gastos médicos mayores tienen un término que es el periodo de espera, que tiene que ver con la cobertura de padecimientos preexistentes”, comenta. Es decir, hay ciertos padecimientos que la aseguradora no cubrirá sino hasta después de haber concluido dicho periodo de espera; el cáncer puede tomarse como ejemplo. En promedio, hasta después de dos años de haber contratado el servicio.

Otro aspecto para considerar es el precio del servicio. Muchas veces, ante dificultades económicas, lo primero que se quiere cancelar son los seguros. En su lugar, Luis Esteban recomienda cambiar las condiciones, reducir la prima y ajustar la cobertura, pero cancelarlo no es una solución.

Protección para automóviles

En México, de acuerdo con la legislación, los autos, sin importar si son particulares o servicio de transporte, deben estar asegurados. La realidad es que uno de cada tres cuenta con una póliza.

Como en el resto de los servicios, los seguros de autos cuentan con una gran variedad de coberturas que van desde daños materiales, hasta robo, daños a terceros, responsabilidad civil y hasta gastos médicos incluidos en caso de sufrir un accidente.

“La estadística dice que del total de los accidentes y robos de auto que hay en México, en el 55% de los casos el dueño no estaba asegurado, entonces tienes una gran probabilidad de que, si tienes un accidente con otro vehículo, el dueño no cuente con un seguro", añade a la conversación Luis Esteban.

Gastos funerarios

A diferencia de otro tipo de seguros, como autos o médicos, los servicios funerarios sí están previstos para usarse en algún momento de la vida.

De acuerdo con Manuel Ramírez, director

En general, de J. García López, “en nuestro país solamente el 7% de la población cuenta con un servicio funerario contratado de forma anticipada”, es decir, de cada 100 familias mexicanas, 93 se ven en la necesidad de contratarlo al momento.

Como medida para apoyar a las familias, muchas agencias han creado planes de previsión, donde pueden contratar un servicio, pagarlo a mensualidades y solicitarlo cuando lo requieran; con lo que se busca evitar riesgos financieros, psicológicos y de carácter legal de manera repentina.

“La preocupación de nosotros es que todas las familias mexicanas puedan en el momento de la muerte de un ser querido gozar del respaldo y apoyo necesarios”, comenta Manuel.

Los protocolos

Cuando se solicita un servicio funerario, es importante que los contratos estén registrados ante la Procuraduría Federal del Consumidor. Esto con el fin de garantizar la legalidad y el cumplimiento de las prestaciones adquiridas, independientemente del tipo de plan y el costo del mismo.

Una ventaja de los servicios contratados es que la agencia se encarga del papeleo y trámites legales, como los que es necesario hacer con la Secretaría de Salud y el Registro Civil, que “son las entidades que regulan o que tienen que ver con el tema de los servicios funerarios y están incluidos en nuestros planes de previsión”. Mediante una carta poder, la familia faculta a la agencia de llevar a cabo los trámites correspondientes en su nombre.

“La Secretaría de Salud debe tomar conocimiento del fallecimiento del ser querido para que nos otorgue los permisos de llevar a cabo el embalsamamiento”, señala Manuel.

En el caso del Registro Civil, se le notifica para que quede asentado legalmente el fallecimiento de la persona y que así expida el certificado de defunción y se proceda a la cremación o sepelio.

Por último, se notifica al INEGI por temas demográficos y estadísticos.

“Después, está incluido el primer traslado del lugar donde haya sucedido el fallecimiento, es decir, recuperar el cuerpo de tu ser querido y trasladarlo, en este caso con nosotros”, indica.

Por lo que respecta al tratamiento del fallecido, se incluye el arreglo estético y el embalsamamiento, que consiste en el maquillaje, el vestido del cuerpo y el proceso químico para preservar o favorecer la conservación de la persona.

En la materia del ataúd, existe una gama muy amplia de estilos, colores y materiales, que influirán directamente en el costo del servicio.

Si por disposición familiar el cuerpo será enterrado en un cementerio, los servicios, aún los más básicos, incluyen el traslado al panteón. También puede gestionarse la cremación.

En cuanto a los beneficios que brindan las agencias funerarias, está la atención las 24 horas al día, los 365 días de año.

“Siempre te contestará una voz humana que estará gustosa de atenderte, orientarte y darte el apoyo y respaldo que se requiere en ese momento”, señala Ramírez.

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