Este mes de abril, la Revista del Consumidor de la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor), la cual me encantó por cierto, lanzó una edición especial enfocada en el bienestar de niñas y niños, con un objetivo claro: formar consumidores responsables desde una edad temprana.
Enseñarles a distinguir entre lo que necesitan y lo que desean, ahorrar, alimentarse de forma sana y hacer un uso consciente de la tecnología no solo es una inversión en su salud, sino en el futuro del país.
Los hábitos de consumo que se forman en los primeros años de vida tienen consecuencias a largo plazo. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020-2023:
Estos datos reflejan un desafío urgente: educar para un consumo consciente, nutritivo y equilibrado.
Una buena alimentación infantil comienza en el hogar. De acuerdo con Profeco y la Secretaría de Salud, es importante incluir todos los grupos de alimentos: frutas, verduras, cereales, leguminosas, productos de origen animal, grasas saludables y agua simple.
Las colaciones saludables, como frutas frescas, vegetales picados, yogur natural o frutos secos, son una herramienta poderosa para mantener estables los niveles de energía y evitar el consumo de alimentos ultraprocesados.
Según el programa Quién es Quién en los Precios, con menos de $6.00 diarios puedes preparar colaciones saludables como:
Estos ingredientes naturales son accesibles en mercados de todo México, como lo comprobó Profeco al comparar precios desde Iztapalapa hasta Ciudad Juárez.
Uno de los estudios más reveladores y realmente shockeantes de esta edición de la revista analizó jugos y bebidas saborizadas dirigidas a niños. Aunque se presenten en envases coloridos y pequeños, muchos (pero muchos) de estos productos:
La recomendación es clara: leer etiquetas, evitar estos productos y ofrecer siempre agua natural o aguas de fruta sin endulzar.
Me encantó el artículo especial sobre juegos en dispositivos móviles para niñas y niños, el cual revela un crecimiento alarmante:
El uso excesivo de tabletas, teléfonos inteligentes y consolas portátiles afecta:
Establece horarios y rutinas sin pantallas antes de dormir.
Usa controles parentales como Google Family Link o Compartir en Familia.
Sustituye juegos comerciales por aplicaciones educativas.
Supervisa el tipo de contenidos que consumen, su frecuencia y duración.
Profeco sugiere involucrar a niñas y niños en tareas que refuercen la educación emocional y el pensamiento crítico:
Cocinar en familia: elegir juntos frutas y verduras.
Platicar sobre lo que ven en la televisión y redes sociales.
Jugar al supermercado o al ahorro para enseñarles a comparar precios, distinguir marcas y planificar gastos.
Leer cuentos sobre el valor del dinero, la salud y la empatía.
Es un estilo de vida que enseña a niñas y niños a:
Recuerda:
Consumir de forma informada mejora la vida familiar y contribuye al desarrollo de una sociedad más justa, sostenible y saludable.
Las herramientas están disponibles: el programa Quién es Quién en los Precios, las guías alimentarias de la Secretaría de Salud, y los contenidos de la bellísima y valiosísima Revista del Consumidor 2025 te brindan todo lo necesario para comenzar. ¿Quieres saber más sobre cómo cuidar tu economía y educar mejor a tus hijos? No dejes de leernos todos los días y síguenos en las noticias de Google, da clic en el enlace de abajo que dice "Síguenos en Google News".