La adquisición de un inmueble para vivienda a través de un crédito hipotecario es una decisión en la que debes considerar tu capacidad de pago a mediano y largo plazo, por ser créditos que van desde 5 hasta 30 años.
El monto que un banco en México puede prestar para la compra de una casa depende de diversos factores, como el valor de la propiedad, los ingresos del solicitante, su historial crediticio y las políticas de la institución financiera.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) te ofrece información y te orienta para que tu elección no se convierta en una pesada carga.
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Existen en el mercado diversas alternativas de financiamiento, cada una con distintos productos y esquemas para elegir un crédito hipotecario: Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), Bancos, Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), Sociedades Financieras Populares (Sofipos) y Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SCAP´s).
El banco generalmente presta un porcentaje del valor de la propiedad, conocido como aforo. En México, este aforo suele ser entre el 70 por ciento y el 90 por ciento del valor del inmueble.
Por ejemplo, si la casa que deseas comprar cuesta 1 millón de pesos, el banco podría ofrecerte entre 700 mil y 900 mil pesos. El resto deberá ser cubierto por el comprador como enganche.
La capacidad de pago es fundamental. Los bancos suelen aplicar una relación de pago que indica que no más del 30 por ciento de tus ingresos mensuales se destinan al pago de la hipoteca.
Por ejemplo, si tu ingreso mensual es de 30 mil pesos, el banco podría considerar que puedes pagar una mensualidad de entre 9 mil y 12 mil pesos, lo que influye directamente en el monto total del préstamo.
Un buen historial crediticio te hace más elegible para obtener un crédito hipotecario en mejores condiciones. Si tienes un historial limpio, sin retrasos en pagos o deudas morosas, es más probable que el banco te ofrezca un mayor monto de préstamo.
El plazo para pagar el crédito también influye en el monto que el banco está dispuesto a prestar. En México, los plazos más comunes para un crédito hipotecario son 20 o 30 años. Un plazo más largo generalmente reduce la mensualidad, lo que puede aumentar el monto total del préstamo.
Además de los factores mencionados, la Condusef menciona que los bancos toman en cuenta las tasas de interés, las cuales pueden ser fijas o variables, y otros costos asociados como comisiones, seguros y gastos notariales. Es importante analizar cuidadosamente estas condiciones antes de tomar un crédito hipotecario.
El monto que un banco en México puede prestarte para comprar una casa depende de un balance entre el valor del inmueble, tu capacidad de pago, y las condiciones específicas del crédito, lo que varía según cada situación personal y financiera.
Recuerda que, si tu nivel de endeudamiento actual es mayor al 30 por ciento de tus ingresos, si tus ahorros no alcanzan para cubrir el enganche y gastos iniciales, o si no tienes certeza de seguir recibiendo tus ingresos actuales, es mejor decir no a un crédito hipotecario y así evitar afectaciones mayores.