Cambiar de trabajo puede implicar transiciones importantes en diversos aspectos laborales, incluyendo el régimen de seguridad social. En México, pasar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es una situación común cuando una persona pasa del sector privado al sector público.
Este cambio trae consigo consideraciones relevantes sobre pensiones, derechos laborales y el manejo de cuentas AFORE.
Desde el 17 de febrero de 2009, se implementó un Convenio de Portabilidad de Derechos entre el IMSS y el ISSSTE. Este acuerdo permite a los trabajadores sumar los periodos cotizados en ambos institutos para efectos de pensión.
Esto es particularmente útil para aquellos que han trabajado tanto en el sector privado como en el público y desean garantizar el acceso a una pensión al cumplir con los requisitos establecidos.
Es indispensable tener registros de cotización tanto en el IMSS como en el ISSSTE.
Estar afiliado al Régimen de Cuentas Individuales del ISSSTE y a la Ley 73 o 97 del Seguro Social.
Tener al menos 60 años para iniciar el trámite.
Estar en periodo de conservación de derechos en el IMSS.
Obtener las constancias de cotización emitidas por ambos institutos.
Con esta portabilidad, los periodos cotizados en ambos sistemas se suman para calcular el tiempo laboral necesario para obtener una pensión, asegurando que no se pierdan los beneficios acumulados.
Uno de los retos que enfrentan las personas que cotizan en el IMSS y luego en el ISSSTE es la duplicidad de cuentas individuales en las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE). La ley mexicana establece que cada trabajador debe tener una sola cuenta AFORE, por lo que es necesario realizar una unificación de cuentas.
Este paso es importante para garantizar que los recursos acumulados no se pierdan y que puedas acceder a ellos sin complicaciones en el futuro.
Aunque es posible haber cotizado en ambos institutos, al momento de recibir atención médica solo se puede elegir uno de los dos sistemas. Las leyes mexicanas no permiten el uso simultáneo de los servicios médicos del IMSS y del ISSSTE.
Esto significa que deberás optar por el sistema que mejor se ajuste a tus necesidades actuales.
Para facilitar la transición entre sistemas, es importante realizar los siguientes pasos:
Así es como pasar del IMSS al ISSSTE por cambio de trabajo no significa perder los derechos adquiridos. Gracias al Convenio de Portabilidad y la posibilidad de unificar cuentas AFORE, los trabajadores pueden asegurar sus ahorros para el retiro y garantizar una transición fluida entre sistemas de seguridad social.