Si has sido despedido o renunciaste a tu empleo, es normal preguntarse qué sucederá con tu seguro médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Afortunadamente, el Instituto te ofrece una cobertura de salud por un tiempo limitado después de quedar desempleado.
Primero debes considerar que el IMSS cuenta con dos modalidades de aseguramiento:
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Cuando un trabajador es dado de baja del IMSS, aún puede disfrutar de los beneficios del seguro social por un periodo adicional de ocho semanas, siempre y cuando haya cotizado al menos durante las ocho semanas inmediatas anteriores al despido, de acuerdo con el Artículo 119 de la Ley del Seguro Social.
Durante este tiempo, tanto el trabajador como sus beneficiarios siguen teniendo acceso a:
Estos beneficios se extienden a su cónyuge, hijos y otros dependientes registrados como beneficiarios. Además, el trabajador sigue acumulando semanas de cotización para su pensión en caso de invalidez o retiro.
En casos de emergencia, este periodo podría prorrogarse bajo la determinación de las autoridades del IMSS.
Si quieres seguir cotizando al IMSS para mantener tus derechos y aumentar tu pensión, puedes optar por la continuación voluntaria en el Régimen Obligatorio o Modalidad 40. Esta modalidad te permite seguir acumulando semanas cotizadas para mejorar tu pensión en el futuro.
Una vez que termina el periodo de conservación de derechos, tanto tú como tus beneficiarios pueden optar por contratar el Seguro de Salud para la Familia. Este seguro te permitirá continuar recibiendo atención médica en el IMSS bajo las mismas condiciones del seguro social.
Debes contratarlo dentro de las 52 semanas posteriores a tu baja del IMSS y haber cotizado al menos 52 semanas en los últimos 5 años.
El costo de este seguro varía según la edad de la persona asegurada:
Este seguro cubre los servicios médicos y hospitalarios que se otorgaban mientras el trabajador estaba dado de alta en el régimen obligatorio.