En el mundo de la educación y la ciencia, hay historias que trascienden en el Universo y se convierten en un verdadero ejemplo de que la perseverancia y disciplina es el único camino para alcanzar lo que uno se propone. Hoy te presento la aventura de Misael Jiménez Hernández, un joven talento mexicano originario de Querétaro, cuya trayectoria desde la NASA hasta la nos habla de sueños, esfuerzo y la incansable búsqueda de ser feliz con lo que uno hace para el mundo.

En entrevista para DeDinero, Misael, ingeniero con un marcado interés por las ciencias y la tecnología, nos compartió parte de su viaje académico en la Prepa Sur de la Universidad Autónoma de Querétaro, donde tras destacarse por su desempeño, obtuvo una beca del 100 por ciento en el reconocido Tecnológico de Monterrey.

Su amplio conocimiento y pasión por el espacio lo llevaron a ser seleccionado por la para el International Air and Space Program, una iniciativa educativa llevada a cabo en las instalaciones de la National Aeronautics and Space Administration, en Estados Unidos.

Este programa se centra en impulsar a líderes en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, y Misael no sólo participó sino que destacó de manera notable.

La historia de Misael es también un relato de esfuerzo y autosuperación, pues para participar en este programa necesitaba reunir 3 mil 500 dólares (unos 60 mil pesos mexicanos), sin contar los gastos de viaje. Comenzó vendiendo gorras, logrando atraer el apoyo de ciudadanos y gobierno, para consolidar sus objetivos.

"El costo del programa es de 3 mil 500 dólares, por lo que, en cuanto fui aceptado, hablé con mis papás, a mi papá y a mí nos gusta mucho usar gorras, entonces decidimos dar paso a la venta gorras para cubrir el costo del programa", nos compartió.

Añadió contento que "afortunadamente en distintos estados de la República pude vender algunas de mis gorras y tengo la dicha de decir que hay al menos una gorra en cada estado del país y eso me hace muy feliz".

El proyecto que le abrió las puertas al joven mexicano fue su propuesta investigativa sobre el uso de drones para recolectar minerales en Marte, con el objetivo de buscar la viabilidad de agua. Esta idea, que le tomó seis meses desarrollar, no solo demostró su habilidad técnica sino también su capacidad de innovación y pensamiento crítico.

Ese camino recorrido por Misael en la NASA fue solo el principio, pues la División de Ingeniería de la Escuela de Medicina de Harvard lo buscó, reconoció su talento y lo invitó a formar parte de su programa de investigación en Ingeniería y Robótica.

Por lo tanto, la Universidad de Harvard le extendió una beca completa, la cual aceptó, con el fin de proseguir en su intensa y apasionada búsqueda de conocimiento y mantener su compromiso con la ciencia y la tecnología.

En sus palabras, "Harvard ofrece acceso a recursos de vanguardia, como laboratorios con tecnología avanzada y oportunidades de investigación junto a profesores que son líderes en sus campos".

"Estudiar en Harvard es una experiencia desafiante pero enormemente gratificante. Ellos nos proveen de todos los recursos". La historia de Misael no es solo la de un estudiante sobresaliente, sino que es la historia de un joven que, a pesar de los obstáculos y desafíos, nunca dejó de soñar y trabajar duro para alcanzar sus metas.

Su viaje de Querétaro a la NASA y a Harvard es un testimonio del poder de la educación, el esfuerzo personal y la pasión por el aprendizaje.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios