Existen tres términos para describir la situación de vida y laboral de una persona, las cuales podrían parecer sinónimos. Sin embargo, cuando hablamos de alguien que está jubilado, retirado o pensionado, conviene establecer ciertos matices, y en DeDinero te lo explicamos.
En primer lugar, cuando hablamos de alguien "jubilado" nos referimos a una persona que cumplió el ciclo laboral establecido por el gobierno, lo cual ocurre al llegar a una edad determinada o cumplir con ciertos años de trabajo.
La edad de jubilación actual en México es de 60 años por cesantía y 65 años por vejez. Cuando un trabajador alcanza este punto, es posible que haya acumulado ahorros durante su vida, como ocurre en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) o que haya cotizado ante el IMSS o ISSSTE para acceder a ingresos por seguridad social.
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Por otra parte, el término "retirado" es más amplio, puesto que designa a cualquier persona que haya ejercido una actividad profesional, pero ya no lo haga. Esto quiere decir que una persona jubilada también esta retirada, pero no todos los retirados están jubilados.
Esto ocurre porque alguien retirado puede haber finalizado su época de trabajo por varios motivos, como la discapacidad, finalización de un contrato laboral o un cambio de carrera. Y puede ser que reciba o no algún ingreso, pues quizá dedique tiempo a sus pasatiempos, familia, o incluso busque un nuevo trabajo o emprendimiento.
Por último se entiende por pensionado a cualquier persona que esté recibiendo ingresos regulares tras haber dejado de trabajar. Esto puede ocurrir cuando alguien se jubila; sin embargo, también existen pensiones por padecer enfermedades, sufrir accidentes de trabajo, viudez u orfandad, entre otras posibilidades.
Estos ingresos periódicos pueden provenir del gobierno, aunque también existen planes de inversión privados, ya sean como alternativa o complemento a la seguridad social, que pueden mejorar tu calidad de vida.
Y ahora que conoces estos términos, puedes planear tu retiro para que, cuando llegue la edad de jubilarte, tengas acceso a una pensión. Para ello puedes realizar contribuciones a tu Afore, ahorrar e invertir tu dinero con regularidad, entre muchas otras opciones.