En búsqueda de un mundo sostenible, la economía regular se muestra como una alternativa para no solo ayudar al medio ambiente, sino también para mejorar las finanzas personales y de las empresas.
Mediante su gaceta mensual digital, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) explica cómo ese sistema puede adaptarse a nuestro día a día con el fin de ahorrar un poco y darle una mayor fluidez a nuestra economía.
Es un modelo económico, que se basa en la reutilización, reparación y reciclaje de productos. Este ofrece múltiples beneficios que pueden transformar la manera en que manejamos nuestro dinero.
La sustentabilidad de este sistema comienza en utilizar los productos que ya existen para crear nuevos, minimizando los residuos y la contaminación.
Este proceso se puede adaptar a nuestro día a día, si se prioriza la compra de productos de segunda mano o se repara algún artículo en lugar de reemplazarlos. De acuerdo con la Profeco, las personas con este modelo pueden disminuir significativamente sus gastos mensuales.
Plataformas de intercambio y venta de artículos usados están proliferando, ofreciendo a los consumidores la oportunidad de adquirir productos a precios más bajos.
Además, al tener la libertad de elegir los productos que pueden repararse o reciclarse, las personas no solo ahorran a corto plazo, sino que también contribuyen a un consumo más responsable y menos derrochador.
Este modelo es perfecto para todas aquellas personas con espíritu emprendedor, ya que impulsa sectores innovadores, como la reparación y el reciclaje de artículos que quizás ya no se quieran, pero que otra persona está dispuesta a pagar por él.
En la capital del país pululan los comercios de artículos de segunda mano; en estos espacios, es posible encontrar productos como ropa, dispositivos móviles, videojuegos, accesorios y más a un precio accesible. De hecho, hay tianguis en donde este tipo de artículos suelen comercializarse a altas horas de la madrugada.
Adoptar la economía circular también fomenta una mayor conciencia sobre el impacto financiero y ambiental de nuestras decisiones. Al evaluar el ciclo de vida de un producto y considerar opciones más sostenibles, las personas se convierten en consumidores más informados. Esta reflexión puede llevar a un manejo más eficiente de los recursos y a decisiones financieras más acertadas.
En un momento en que la economía global enfrenta múltiples desafíos, la economía circular Este modelo nos muestra una estrategia viable para fortalecer nuestras finanzas y, al mismo tiempo, cuidar del planeta.