Mediante su gaceta digital mensual conocida como la Revista del Consumidor, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) mencionó que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y Agricultura (FAO), se desperdician alrededor de un millón 300 mil toneladas de alimentos, con las cuales se podrían alimentar a un aproximado de 2 millones de personas.
El porcentaje en dónde se desperdician los alimentos, de acuerdo con la FAO, es el siguiente:
De acuerdo con la Profeco, el desperdicio es ocasionado por la sobre compra, la mala planificación de las personas cuando acuden a los comercios a realizar su despensa, y sobre todo en la confusión de estos, en las etiquetas de vencimiento que tienen los productos.
Para evitar el desperdicio de alimentos y que nuestras finanzas se mantengan sanas, la Profeco brinda las siguientes series de recomendaciones:
La Profeco brinda el sistema “Primero en entrar, primero en salir”; de esta forma no se echarán a perder ni se malgastarán los alimentos. Así mismo, con los productos que cuenten con una fecha de vencimiento próxima, es preferible dejarlo hasta adelante y no hasta atrás de la nevera.
Al momento de guardar los alimentos en la alacena o en el refrigerador, se deben dividir los alimentos en corto y largo plazo de la siguiente forma.
Este es un error común que tienen los consumidores, pues confunden la fecha de consumo preferente que se refiere a la calidad del producto y que aún es seguro consumirlo después de ese periodo, con la fecha de caducidad, la cual indica hasta qué tiempo es seguro consumir el alimento.
Al momento de realizar la despensa se debe evitar comprar productos de más, especialmente carnes, aceites, embutidos, lácteos, frutas y vegetales; de esta forma se impedirá que estos se echen a perder. Así mismo, hay que aprovechar la comida sobrante congelándola, o puede ser utilizada para hacer algún almuerzo…
Al momento de la preparación del desayuno, comida o cena, se deben utilizar primero los alimentos perecederos (carnes, lácteos y más) y hasta el último ocupar los productos congelados o que duren más.
No desechar la fruta o verdura que se vea un poco fea.
A pesar de que su color cambie o su forma no sea tan rígida como antes, no quiere decir que estos productos no sirvan o que se encuentren en mal estado. Estas se pueden utilizar para preparar algún batido o alguna salsa.
Existen algunos bancos de alimentos, en los cuales se pueden regalar artículos que aún sirvan, pero que no se consumirán.
De acuerdo con la Profeco, aplicando estas acciones podremos cuidar nuestro y el medio ambiente de una mejor forma.