No presentar la declaración anual ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) puede acarrear diversas consecuencias que establece previamente la dependencia.
Al omitir obligaciones fiscales se pueden generar multas y recargos por el incumplimiento, lo que afectará directamente el bolsillo del contribuyente que no cumplió.
Estas sanciones suelen incrementarse con el tiempo, creando una carga económica adicional en las personas.
El artículo 81 del Código Fiscal de la Federación menciona que sí pueden existir infracciones si el contribuyente no cumple con la obligación de pago de las contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes, documentación, avisos, información o expedición de constancias, y del ingreso de información a través de la página de Internet del SAT.
El Artículo 82 del Código Fiscal de la Federación detalla las sanciones que los contribuyentes ganan al no realizar su declaración anual. A continuación, se enlistan algunas de las sanciones más comunes:
La omisión de la declaración anual puede colocar al contribuyente en el radar de revisión y fiscalización del SAT.
Esto significa que la autoridad fiscal puede realizar auditorías para determinar la situación fiscal del contribuyente.
Mantener al día la situación fiscal no solo evita sanciones financieras, sino que también contribuye a mantener un historial crediticio saludable y puedes aprovechar los beneficios fiscales disponibles.
Tu historial crediticio se puede ver perjudicado al no declarar a tiempo o no pagar lo que te pide el SAT, porque las deudas fiscales se comparten con el Buró de Crédito. y si tienes un mal historial crediticio puedes tener dificultades para acceder a créditos.
Para evitar las consecuencias mencionadas, es crucial cumplir con la obligación fiscal de presentar la declaración anual ante el SAT antes de la fecha límite, recuerda que se puede realizar durante todo el mes de abril.