En la vibrante y siempre activa Ciudad de México, la distinción entre el movimiento causado por un camión pesado y un microsismo es un tema completamente de nuestro interés y de alta relevancia.
Lo anterior considerando que hay zonas más sensibles a los movimientos (como la colonia Narvarte) y que vivimos en una ciudad de alta sismicidad, donde ocurren microsismos de manera constante que no ameritan el aviso de la alerta sísmica por ser movimientos telúricos de baja magnitud, generalmente menores a 4 grados en la escala de Richter.
Con una población cercana a los 10 millones de habitantes, la capital mexicana es un hervidero de actividades, donde la vibración del transporte pesado es un fenómeno cotidiano. Entonces...
Los microsismos, pequeños temblores que a veces pasan desapercibidos y otras veces no, son frecuentes en regiones sísmicas como la Ciudad de México. Estos fenómenos naturales se originan por el movimiento de las placas tectónicas y pueden variar en intensidad, por lo que cuando vibra el suelo, suele confundirse con actividades humanas.
Por otro lado, el tráfico pesado, especialmente el de camiones y vehículos de gran tamaño, es una constante en las calles de la ciudad, por lo que generan vibraciones y movimientos debido a su peso y tamaño, los cuales se transmiten al suelo y estructuras como casas o edificios pudiendo ser confundidos con movimientos telúricos.
Una manera de diferenciar un microsismo de la vibración causada por un camión es a través del sonido: los microsismos generalmente no producen sonido audible, mientras que los camiones generan ruidos característicos del motor y la fricción con el asfalto.
Prestar atención al sonido ambiental puede ser clave para identificar la fuente del movimiento.
La duración del movimiento es otro indicador, pues los microsismos suelen durar solo unos segundos y presentan una consistencia en su patrón vibratorio. En cambio el movimiento causado por un camión puede prolongarse más, especialmente en zonas de tráfico intenso, y su intensidad puede variar según la velocidad y el tamaño del vehículo.
Las redes sociales del Servicio Sismológico Nacional, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano y la Plataforma Digital de Alertamiento y Gestión Integral de Riesgos SASSLA proporcionan información en tiempo real sobre actividad sísmica.
Estas cuentas pueden ser consultadas en todo momento para confirmar o descartar la presencia de un sismo en el momento en que se percibe una vibración.
La percepción individual juega un papel importante, ya que algunas personas son más sensibles a los movimientos sísmicos, mientras que otras pueden ser más conscientes de las vibraciones causadas por el tráfico.
Entender cómo reacciona el propio cuerpo a estos estímulos puede ayudar a diferenciar entre ambos.
La infraestructura urbana de la Ciudad de México también influye en cómo se perciben estos movimientos: edificios altos o con muros delgados pueden amplificar las vibraciones de los vehículos, provocando que se confundan con un microsismo.
Protección Civil del Gobierno de México nos recuerda la importancia de educarnos en temas de seguridad sísmica, así como el conocimiento sobre cómo actuar antes, durante y después de un sismo.