Pancho, un joven de 26 años originario de la Ciudad de México, se ha convertido en una de las tantas víctimas de las aplicaciones de préstamos conocidas como “montadeudas” y compartió a DeDinero su testimonio, con el objetivo de alertar y buscar ayuda.
Lo que comenzó como un intento de cubrir problemas de salud suyos y de su madre, terminó siendo una trampa financiera que le ha generado un desgaste emocional y físico.
Ahora es almacenista en tiendas de zapatos y, en los vagones del Metro de la CDMX, pide ayuda para salir de su situación.
Sin historial crediticio, Pancho se enfrentó al rechazo de instituciones bancarias y buscó alternativas como DiDi Préstamos. Sin embargo, estas opciones reguladas no le ofrecieron el apoyo suficiente ya que requieren historial y trámites como RFC para la seguridad de todos los usuarios.
En su desesperación, recurrió a una aplicación de préstamos en línea que prometía soluciones rápidas y accesibles.
Inicialmente solicitó un préstamo modesto y logró pagarlo. Pero la necesidad lo obligó a volver a pedir dinero, entrando así en un ciclo vicioso. Las tasas de interés semanales de 500 pesos y las condiciones abusivas incrementaron su deuda de 10 mil pesos a una cifra de 40 mil pesos.
Estas plataformas cobran intereses exorbitantes y acceden a datos sensibles, como selfies y contactos telefónicos, que posteriormente utilizan para intimidar a los deudores.
Pancho mostró su teléfono, donde evidenció cómo estas apps hostigan con llamadas constantes, tanto a él como a las personas que utilizó como referencias.
“Recibo hasta 20 llamadas diarias, y lo peor es que también molestan a mis familiares y amigos”, relata Pancho. Este acoso constante ha generado en él un estado de ansiedad y desesperación, agravado por su preocupación por la salud de su madre, quien padece diabetes e hipertensión.
“No pidan dinero ahí, les piden fotos y se las mandan por WhatsApp para amenazarte a ti y tus familiares”.
Pancho trabaja como almacenista, con jornadas que comienzan al amanecer y terminan al anochecer, sin aguinaldo ni prestaciones. “Siento que el cuerpo ya no me da. Tengo miedo de que el estrés y las exigencias del trabajo me provoquen una hernia”, confiesa.
Además, la presión de las deudas lo ha llevado a tener pensamientos oscuros. “A veces pienso que la vida no tiene sentido... pero me aterra causar ese dolor a mi familia”, comparte entre lágrimas.
El problema de los préstamos abusivos en México
La situación de Pancho no es un caso aislado. Miles de mexicanos caen en manos de estas aplicaciones, que operan al margen de la ley. Según expertos en finanzas personales, estas plataformas comúnmente violan normativas al:
Para evitar caer en este tipo de trampas, investiga antes de descargar una app y si está registrada ante la CONDUSEF.
Si te sientes abrumado, busca apoyo en familiares, amigos o líneas de ayuda como la del Consejo Ciudadano al 55 5533-5533.
Pancho decidió compartir su historia para alertar a otros sobre los riesgos de estas plataformas. “Bajé una app llamada Coparfin Dinero. Parecía confiable, pero terminé recibiendo llamadas amenazantes con fotos mías y mi dirección”, cuenta.
Pese a todo, Pancho mantiene la esperanza de salir adelante. “Si todos los que me cruzo camino al trabajo me dieran 20 pesos, ya habría salido de este problema”, dice. “Hasta abrí una cuenta de Guardadito de Banco Azteca para pagar la deuda porque pide una cuenta y esa solo te pide 1 peso”. Si deseas apoyarlo, puedes hacerlo a través de:
Banco Azteca (cuenta): 9546 1689 6570 44
Tarjeta (SPEI): 4198 2101 8114 8783
Instagram: @soypancho_almacenista