Cuando termina una relación laboral, ya sea porque renunciaste de manera voluntaria o fuiste despedido, uno de los aspectos más importantes a revisar es el finiquito. No se trata solo de un cheque que te entregan, es una suma de derechos adquiridos y beneficios que por ley te corresponden. No conocerlos o aceptarlos sin revisar puede significar perder dinero que ya habías ganado con tu trabajo.
En México, el finiquito es un derecho laboral fundamental y representa una protección económica para el trabajador. Aprender a calcularlo y revisar que todo esté correcto no solo fortalece tus finanzas personales, también te empodera frente a prácticas injustas.
El finiquito es la cantidad de dinero que el patrón debe entregarte cuando termina la relación laboral, independientemente de si fue por renuncia voluntaria, despido justificado o término del contrato.
A diferencia de la liquidación, que solo se aplica en casos de despido injustificado, el finiquito es obligatorio en todos los casos y cubre los pagos pendientes hasta el último día trabajado.
Según la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET), este pago debe incluir todos los conceptos devengados, es decir, ya generados y no pagados. Si tú renuncias, te corresponde recibirlo.
Si te despiden, además del finiquito puede corresponderte una liquidación completa, pero nunca deben negarte el pago del finiquito, sea cual sea la causa de la separación.
De acuerdo con los lineamientos oficiales y la guía publicada por el Gobierno de México, el finiquito debe incluir lo siguiente:
Cada uno de estos conceptos debe calcularse de manera proporcional al tiempo que hayas trabajado durante el año. Por ejemplo, si trabajaste seis meses, te corresponde medio aguinaldo y medio período vacacional.
Es importante mencionar que, aunque hayas sido contratado por honorarios o bajo esquemas informales, si demuestras una relación subordinada con un empleador, también puedes exigir tu finiquito.
Calcular tu finiquito no tiene por qué ser complicado. A continuación, te compartimos una guía práctica:
Este cálculo te dará un monto aproximado. Es recomendable acudir a un abogado laboral o directamente a la PROFEDET si tienes dudas, ya que en muchos casos los trabajos intentan pagar menos de lo debido o inducen al trabajador a firmar documentos sin entenderlos.
Un error común entre los trabajadores es pensar que el finiquito y la liquidación son lo mismo. La diferencia es clave desde el punto de vista legal y económico.
Si tú renuncias, solo recibes finiquito. Si te despiden de forma injustificada, además del finiquito tienes derecho a una liquidación, que incluye:
Es decir, la liquidación es mucho más elevada, pero solo aplica si la separación no fue voluntaria. Por eso es crucial nunca firmar tu renuncia si no estás de acuerdo o si no estás claro sobre tus derechos.
En ese caso, acércate directamente a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET). Esta institución brinda asesoría legal gratuita a todos los trabajadores y puede ayudarle a calcular su finiquito o liquidación y representarte legalmente en caso de conflicto con su patrón.
Puedes comunicarte desde cualquier parte de México al 800 717 2942 o 800 911 7877, donde abogados laborales capacitados te orientarán paso a paso. También puedes consultar su portal oficial en gob.mx/profedet para más recursos y contactos.