La Comisión Federal de Electricidad (CFE) permite la instalación de hasta dos medidores en una misma propiedad, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Esta opción puede ser útil para algunos usuarios, pero antes de solicitarla, es importante entender en qué casos conviene y qué implica el trámite.
Tener dos medidores en una misma propiedad es una opción que puede ofrecer beneficios prácticos y financieros en ciertas circunstancias. Si tienes un negocio en casa o compartes el espacio con otra familia, esta solución podría ser ideal para ti.
Sin embargo, asegúrate de cumplir con los requisitos y consultar a la CFE sobre las condiciones específicas para garantizar que el segundo medidor se adapte a tus necesidades sin generar costos adicionales innecesarios.
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Para instalar un segundo medidor, es necesario que la propiedad tenga dos instalaciones eléctricas completamente independientes. El trámite se realiza presencialmente en los Centros de Atención a Clientes de la CFE y no tiene costo alguno. El titular del servicio debe presentar:
Si un tercero gestiona la solicitud, se debe incluir una carta poder. Además, los técnicos de la CFE analizarán la viabilidad de la doble instalación antes de proceder.
Aunque es posible tener dos medidores catalogados como de consumo habitacional, algunos creen que el segundo medidor debe clasificarse como de negocio, lo cual puede ser más caro. Es crucial aclarar este detalle con la CFE al momento de realizar el trámite para evitar sorpresas en las tarifas.
Considera que la Comisión cuenta con el contrato para pequeños comercios y este se proporciona exclusivamente para comercios como una tienda de abarrotes, tiendas de ropa, cocinas económicas, restaurantes, expendios de pan, papelerías, recauderías o mueblarías, cuya demanda a contratar es menor a 10 kilovatio (Kw).
Solicitar un segundo medidor puede ser útil si la propiedad incluye un negocio, un medidor independiente permite separar el consumo eléctrico entre el hogar y el establecimiento, facilitando la administración de gastos.
También conviene, en casas donde cohabitan dos familias, contar con medidores separados; ayuda a mantener claridad sobre el consumo de cada una, evitando conflictos por el reparto de costos.