Mediante su cuenta de X el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) compartió un comunicado en el cual, exhorta a los capitalinos a unirse a las iniciativas para promover el uso responsable y la conservación del agua durante las celebraciones de Semana Santa.
Y es que es bien sabido, que durante la celebración del Sábado de Gloria millones de mexicanos suelen aprovechar este día para mojarse ya sea en parques acuáticos o en las calles con mangueras, cubetas o globos llenos de agua.
Sin embargo, según lo establecido en la Ley del Derecho al Acceso, Disposición y Saneamiento del Agua de la Ciudad de México, en los artículos 110 y 111, se impondrá una multa por el desperdicio de agua que oscila entre 100 y 300 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), lo que equivale a una cantidad entre los mil 58.42 y los 3 mil 848.80 pesos.
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Por otro lado, se menciona en dicho reglamento que también es posible recibir una pena de arresto que varía entre 13 y 24 horas, o realizar trabajo comunitario por un período de 6 a 12 horas.
Para evitar el desperdicio los capitalinos empleen el uso responsable del agua, dicha institución brinda las siguientes medidas básicas:
Es una celebración religiosa también conocida como Sábado Santo, el cual forma parte de la Semana Santa en la tradición cristiana, especialmente en la Iglesia Católica.
Este día marca el final del período de luto y penitencia del Viernes Santo y precede al Domingo de Resurrección, también conocido como Domingo de Pascua. Los feligreses recuerdan en el Sábado de Gloria, el momento de Cristo entre su muerte y su resurrección, por lo que se considera un periodo de silencio y reflexión, en espera del regreso de Jesús de la muerte.
Por otro lado, los católicos explican que en este día Jesucristo descendió al infierno para liberar a las almas de los justos antes de su venida.
La Iglesia católica menciona que la tradición de mojarse durante la celebración del Sábado Santo proviene de la Edad Media. Ya que, durante estas fechas, las personas tenían prohibido bañarse, y sería hasta la celebración del Sábado de Gloria, cuanto estos podían mojarse con el fin de purificar su alma y lavar sus pecados.