Cuando contratas una tarjeta de crédito y la usas, no sólo debes prestar atención a tus fechas de corte, sino también al Servicio de Administración Tributaria (SAT), ya que la dependencia podría fiscalizarla para corroborar los ingresos y egresos reales de los contribuyentes.
La acción de fiscalizar que realiza el SAT consiste en examinar los movimientos del contribuyente para determinar si cumple o no con el pago de impuestos.
Si el SAT detecta que el contribuyente genera más gastos de los ingresos que percibe, entonces la persona puede caer en incongruencias fiscales. Ante esto, la dependencia podría determinar que los ingresos y egresos no coinciden, por lo tanto, llegará a la conclusión de que el individuo ha omitido el pago de impuestos.
Lee también: Cumple con tus obligaciones fiscales: Declaración anual y mensual ante el SAT
Tanto tarjetas de crédito como de débito pueden ser fiscalizadas. Algunos consejos para evitar que el SAT fiscalice tus tarjetas y te cobre impuestos de más:
Toma en cuenta que los bancos e instituciones financieras tienen la obligación de proporcionarle al SAT información relacionada con depósitos, créditos, préstamos, o transferencias.
Si el SAT detecta que tus gastos con estos plásticos superan los ingresos mensuales, podría derivar en la aplicación de multas o en la obligación de pagar un gravamen extra.
Según el artículo 91 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, las personas físicas pueden ser objeto de discrepancia fiscal cuando se les comprueba que el monto de las erogaciones en un año es superior a los ingresos declarados, o bien, debió declararlos y no lo hizo.
En caso de que las autoridades fiscales inicien procesos de revisión y auditorías para comprobar que has cumplido con tus obligaciones fiscales, los bancos tienen la obligación de proporcionarle al SAT la información que les solicite respecto a tus depósitos, servicios, créditos, préstamos y más movimientos.