La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA) mencionó que el 50 por ciento de la población capitalina cuenta con al menos un perro en su hogar.
Y es que en los últimos años hemos sido testigo de la creciente convivencia entre humanos y perros, a tal grado que cientos de espacios se han convertido en lugares conocidos como Pet friendly.
Sin embargo, existe un sector de la población que no está tan de acuerdo con que en la mayoría de los espacios públicos se les permite la entrada a macotas. Esto debido a que hay varios dueños que no recogen los excrementos de sus mascotas, haciendo que muchas personas terminen pisando las heces.
Y es que esta práctica no solo es una cuestión de civismo, sino que también tiene un impacto significativo en la salud pública y el medio ambiente. De acuerdo con un artículo que publicó en el 2019 la Dirección de Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la mayoría de las heces que se quedan en la calle, se van deshidratando y se pulverizan lo que genera una serie de parásitos y bacterias que contamina el ambiente.
Preocupados por el impacto ambiental, el gobierno de la alcaldía Iztapalapa recordó a los ciudadanos que aquellos que cuenten con perros y salgan a la calle con ellos, en caso de que su mascota defeque, el dueño debe recogerlas y tirarlas en un bote de basura, de lo contrario será multado.
De acuerdo con la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, se establece en el artículo 29 fracción 1, que “aquellas personas que se abstengan de recoger del espacio público, las heces de un animal de su propiedad o bajo su custodia, así como tirar o abandonar dichos desechos fuera de los contenedores”.
Estos actos serán considerados con infracciones contra el entorno urbano de la ciudad. Según lo establecido en el artículo 31, la multa que recibirá el infractor va desde los mil hasta los 4 mil 342 pesos. Podrá ser arrestado durante 13 a 24 horas y también tendría que realizar trabajo comunitario de 6 a 12 horas.