Cuando una persona trabajadora sufre un accidente en el trayecto de su domicilio a su lugar de trabajo o de regreso, la Ley del Seguro Social (LSS) considera este evento como un accidente laboral. Esto le otorga derecho a una incapacidad con el 100 por ciento de su salario en el caso de incapacidad temporal o, en casos graves, a una pensión si la incapacidad es permanente.
Ante esta situación, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda prestaciones específicas para quienes son derechohabientes activos. Según el artículo 58 de la LSS, si la incapacidad es temporal, el trabajador recibirá el 100 por ciento de su salario mientras dure su recuperación o hasta que sea declarada una incapacidad permanente.
En el caso de incapacidad permanente, el IMSS otorga dos tipos de pensiones: parcial y total. Si la incapacidad es total, la pensión corresponde al 70 por ciento del salario previo al accidente. Para una incapacidad parcial, la cantidad depende de la tabla de valuación de incapacidad establecida en la Ley Federal del Trabajo.
En caso de fallecimiento del trabajador derivado de un accidente laboral, la LSS también contempla el derecho de los beneficiarios a recibir una pensión.
Según el artículo 64, la pensión se distribuye en los siguientes porcentajes: el 40 por ciento para el cónyuge sobreviviente, el 20 por ciento para cada hijo menor de 16 años o hasta los 25 si están estudiando, y el 20 por ciento para cada ascendiente que dependa económicamente del trabajador.
Este sistema de apoyo busca proteger a las familias, especialmente si el trabajador era el principal proveedor.
Además de los beneficios de incapacidad y pensiones, el IMSS otorga un aguinaldo anual equivalente a 15 días de la pensión para aquellos con incapacidad permanente.
En caso de fallecimiento, la familia tiene derecho a un apoyo para gastos funerarios, equivalente a 60 días del salario mínimo en la Ciudad de México, 14 mil 935.80 pesos. Estas medidas buscan brindar un respaldo integral a las familias ante los riesgos laborales.
Lamentablemente, quienes laboran en el sector informal no pueden acceder a estas prestaciones, ya que no cotizan al IMSS ni generan derechos de pensión. Si estos trabajadores sufren un accidente, no reciben indemnización ni incapacidad pagada.
La falta de seguridad social deja sin cobertura a sus familias en caso de fallecimiento o incapacidad prolongada, lo que los coloca en una situación de vulnerabilidad económica significativa.