Los rendimientos de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) fluctúan debido a factores externos relacionados con los mercados financieros. Aunque estas variaciones pueden generar incertidumbre, es importante comprender que las administradoras están diseñadas como inversiones de largo plazo y que las caídas temporales suelen ser parte de un ciclo natural que se estabiliza con el tiempo.
Algunos de los factores que influyen en los rendimientos de las Afore son: la volatilidad en los mercados financieros, los portafolios diversificados y los horizontes de largo plazo.
Los mercados internacionales son sensibles a eventos coyunturales como crisis económicas, conflictos internacionales o cambios en políticas monetarias. Durante períodos de volatilidad, los rendimientos de las Afore pueden disminuir temporalmente, pero tienden a recuperarse cuando las condiciones se normalizan.
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En el caso de los portafolios diversificados, se dan porque las Afore invierten en una combinación de activos financieros, como bonos del gobierno, acciones nacionales e internacionales, y proyectos de infraestructura. Esta diversificación ayuda a mitigar los riesgos y enfrentar las fluctuaciones del mercado.
Ante los cambios, las Afore están diseñadas para producir rendimientos sostenibles a lo largo de décadas, priorizando el crecimiento del ahorro para el retiro.
Aunque los rendimientos pueden fluctuar en el corto plazo, la perspectiva de largo plazo garantiza una recuperación y aumento en el valor del ahorro.
¿Por qué las Afore ofrecen mayores rendimientos que otras inversiones?
A diferencia de inversiones como pagarés o depósitos a plazo, las Afore operan con un horizonte de inversión prolongado, lo que permite obtener mayores rendimientos.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) regula estas inversiones para garantizar un equilibrio entre rendimiento y seguridad.
Así las Afore son gestionadas por expertos que buscan maximizar los rendimientos, minimizando los riesgos, ajustando las inversiones según las condiciones del mercado.
Un ejemplo sencillo para entender las fluctuaciones en los rendimientos es comparar la inversión en una Afore con la compra de un centenario de oro, porque al comprarlo, su valor puede subir o bajar dependiendo de las condiciones del mercado.
Si se guarda el centenario durante 15 años, las caídas temporales no representan una pérdida, ya que el valor tiende a recuperarse. Del mismo modo, el ahorro en una Afore puede experimentar minusvalías temporales, pero su objetivo a largo plazo es garantizar un crecimiento sostenido.
Para garantizar un ahorro basto, la CONSAR recomienda no tomar decisiones impulsivas, para ello puedes revisar el Indicador de Rendimiento Neto (IRN). Este indicador mide el desempeño financiero a largo plazo de las Afore, proporcionando una visión más clara de su rendimiento real.