El trabajo es definido como la actividad intelectual o física que los humanos realizan para alcanzar una meta o satisfacer alguna necesidad, mediante la producción de bienes y servicios. Se trata del acuerdo cultural por el cual podemos crear y sostener las finanzas personales y así llevar adelante una vida y tener la posibilidad de proyectar a futuro.
Con el paso de los años el trabajo ha ido mutando sus formas y en la actualidad se ha convertido de una manera remota o a distancia, este último es uno de los más expandidos en el mundo. Cabe destacar que la pandemia de coronavirus obligó a muchas empresas a implementar este tipo de formato de empleo y la mayoría lo ha adoptado como algo definitivo.
Sobre este tema, algunas instituciones financieras han compartido algunos conceptos a tener en cuenta sobre el trabajo remoto y su impacto en las finanzas personales. Jesús Horacio García Bravo, VP gerente asesor de inversiones en gestión de activos de BBVA México, señala que es necesario entender las diferentes implicancias que este tipo de trabajo puede tener en las finanzas si se tiene en cuenta que existen ahorros y gastos de no ir a la oficina.
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Entender el funcionamiento de no acudir a una oficina es señal de que podemos avanzar en comprender todo aquello positivo y negativo que conlleva. Entre lo positivo se destaca en primer lugar el ahorro que genera el no tener que moverse de casa, es decir que se acaba por completo el gasto en transporte, indumentaria y comidas fuera de casa, entre otros.
Otro tema positivo a destacar es que el empleado tiene mayor flexibilidad para programar sus horarios ya que se ahorra el tiempo de traslado a su trabajo. Esto es algo muy importante porque, sumado a las anteriores ventajas, permite organiza de mejor manera un presupuesto, ahorrar y estructurar de mejor manera las finanzas personales.
Sin embargo, el asesor de inversiones pone la atención en otras cosas que se deben poner en la balanza con el trabajo remoto, porque el hecho de no tener que ir a una oficina o puesto laboral supone gastos en el hogar como un mejor servicio de Internet, mayor gasto de energía eléctrica y posible mobiliario o acondicionamiento de un espacio para llevarlo a cabo. Además, se debe saber poner límites a tiempo para evitar que los superiores entiendan que uno siempre estará disponible, por último, pone el acento en la necesidad de equilibrar la vida laboral y la personal con el fin de evitar permanecer muchas horas sentado y perjudicar nuestra salud mental.
Logrando equilibrar estos puntos, el trabajo remoto impacta positivamente en las finanzas personales. Por este motivo lo ideal es poder establecer una estrategia financiera para poder aprovechar al máximo del ahorro generado y pensar en invertir y, como un punto muy importante, crear un fondo de emergencia que nos de cierta tranquilidad económica ante cualquier situación inesperada.