En temas financieros es común cometer errores, pero lo mejor es mantenerte informado para evitarlos y así alcanzar los objetivos financieros a corto y largo plazo.
Los más jóvenes son quienes corren un mayor peligro al no contar con una estabilidad económica ni la experiencia para afrontar este tipo de desafíos, por eso, la educación financiera es fundamental.
Es importante aprender a manejar tu dinero porque las decisiones que tomes hoy impactarán en tu futuro de forma positiva o negativa. Sé un consumidor responsable y no caigas en el sobreendeudamiento.
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Algunos errores muy claros que cometen los jóvenes nos ayudan a aprender para mejorar. El principal error es con las tarjetas de crédito porque a veces creen que se trata de una fuente inagotable de dinero.
Toma en cuenta que se trata únicamente de dinero que debes reponer y al que se suma un porcentaje de interés mensual en caso de no pagar a tiempo tu adeudo.
Y esto pasa porque no siempre se lleva un registro de todos los gastos, por muy pequeños que sean, como lo que inviertes en el transporte, en café o en una botella de agua.
Por lo tanto, desconoces a dónde se va parte importante de tu dinero y no identificas los gastos que podrías evitar. Con un presupuesto puedes tener un control adecuado de tu dinero.
Incluso, cuando los jóvenes comienzan a trabajar, la emoción de recibir el primer sueldo es tan grande que quieren gastarlo de inmediato. Compran lo que sea, invitan a sus amigos a celebrar y se terminan el dinero antes de que llegue la siguiente quincena. Cuando se dan cuenta, no tienen nada en la bolsa, no han comprado nada realmente valioso y ni siquiera les alcanza para llegar hasta el próximo pago.
Ni hablar de hacer ahorro, pero precisamente ahorrar para el futuro es de lo mejor que se puede hacer, pues con el paso del tiempo se adquieren mayores responsabilidades, como comprar una casa, tener hijos, pagar la educación, y todo esto se suma al dinero que se necesita guardar para la jubilación.
Otro error es que cuando te sientes estable económicamente, haces gastos fuertes pues tienes la certeza de poder pagar a meses sin intereses. Incurrir en esta práctica de forma constante, ocasiona que en algún momento estos pagos superen tu presupuesto y te endeudes.
Antes de incurrir en gastos innecesarios deberías definir qué porcentaje de tu salario será destinado para comprar tu primer automóvil o ahorrar para la maestría, por poner algunos ejemplos. Definir metas le dará sentido a tu esfuerzo.
En ocasiones, los jóvenes, se involucran en problemas por deudas ajenas. Está bien querer ayudar a alguien en aprietos, pero siempre y cuando estés en condiciones de hacerlo y no arriesgues tu bienestar financiero.
Lo mejor que pueden hacer es invertir en ti. Prepararte para ser alguien competitivo te dejaría una gran satisfacción.
