Este martes 10 de septiembre, el Senado de la República aprobó en lo general la Reforma Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con 86 votos a favor y 41 en contra.
La votación fue realizada en una sede alterna en la Casona de Xicoténcatl debido a las protestas de manifestantes que irrumpieron en el Senado. Este movimiento forma parte del llamado "Plan C", que propone la elección popular de jueces, magistrados y ministros, comenzando en 2025.
Uno de los puntos clave fue el voto a favor del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien, a pesar de la postura oficial de su partido en contra de la reforma, decidió respaldarla, alegando que era "la decisión más difícil de su vida", pero que creía que la legislación secundaria podría corregir los aspectos más controvertidos de la reforma.
Esta decisión provocó tensiones dentro de su partido y fue criticada como una "traición" por algunos de sus colegas.
La reforma ha sido duramente criticada por la oposición, que la califica como un "golpe" al Poder Judicial, al considerarla un intento del Poder Ejecutivo de controlar el sistema judicial. En medio de las discusiones, algunos senadores de oposición intentaron frenar la sesión tomando la tribuna, pero finalmente no lograron detener la votación.
Este proceso también estuvo marcado por la ausencia del senador de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, quien no pudo participar en la sesión debido a la presunta detención de su padre en Campeche, lo que debilitó aún más la posición de la oposición.
La aprobación de esta reforma ha sido un paso importante para la agenda del presidente López Obrador, con vistas a modificar profundamente el sistema judicial de México.
La aprobación de la Reforma Judicial en México, acompañada de una tensa votación y la participación de figuras clave como Miguel Ángel Yunes, podría tener repercusiones económicas, incluyendo efectos en la relación del peso mexicano frente al dólar estadounidense.
La polarización y las protestas derivadas de esta reforma podrían generar incertidumbre en los mercados financieros. Generalmente, cuando hay incertidumbre política, los inversionistas tienden a moverse hacia activos considerados más seguros, como el dólar, lo que podría generar una depreciación del peso mexicano.
Esta reforma puede ser vista como un intento de control del Poder Judicial por parte del gobierno, lo que podría generar desconfianza entre inversionistas extranjeros, impactando el flujo de capital hacia México.
Si la confianza de los inversionistas se ve afectada, es probable que se observe una salida de capitales, lo que incrementaría la demanda de dólares y, por ende, depreciaría el peso.
Aunque la reacción de los mercados a decisiones políticas no es siempre inmediata, los movimientos en el tipo de cambio suelen responder a las expectativas de estabilidad y gobernabilidad.
Si la reforma genera más manifestaciones o problemas dentro del sistema judicial, esto podría impactar negativamente el tipo de cambio peso-dólar.
Durante la tarde de este martes, la moneda mexicana cerró en los mercados internacionales por encima de los 20 pesos, cotizando cerca de las 20.10 unidades por dólar, lo que representa una depreciación del 1.09% o 22 centavos respecto a la sesión anterior, según datos de Bloomberg.
En el mercado minorista, el dólar terminó este martes con un valor de venta de 20.56 pesos en las ventanillas de CitiBanamex, lo que implica un incremento del 0.88% o 18 centavos frente al cierre del lunes.
El incremento en el tipo de cambio se atribuye a una mayor aversión al riesgo hacia México, debido a la creciente probabilidad de que se aprobara la reforma del Poder Judicial en el pleno del Senado, señaló Gabriela Siller, directora de análisis económico en Grupo Financiero Base.
El análisis de este tema debe seguirse de cerca, ya que cualquier cambio adicional en la política judicial o en las protestas sociales podría influir directamente en el comportamiento del mercado cambiario (la relación peso - dólar) en los próximos días.