Luego de que toda la semana estuviera la marca Cartier en las principales tendencias de México, porque un empleado listó por error unos aretes en línea a un precio de 237 pesos, en vez de 237 mil, el suceso ha tomado otros giros inesperados.
La resolución de caso terminó con la intervención de la Profeco, después de que un médico de Tamaulipas aprovechara la situación y se comprara dos pares de pendientes de oro rosa y diamantes de lujo en menos de 500 pesos.
La famosa marca de joyería intentó negociar con el comprador, Rogelio, la entrega de otros artículos y la devolución de su dinero, pero él se resistió, pues su objetivo eran los aretes de la colección exclusiva Clash.
El caso de la joyería Cartier ha despertado diversas teorías en el imaginario colectivo, y entre ellas la de que el suceso no fue más que un autorrobo. Un usuario en redes sociales especula sobre la posibilidad de que el empleado estuviera coludido con el "afortunado" que se benefició del error.
Aunque no hay pruebas de lo que dice, así lo difunde en varios comentarios en páginas web:
“Hay que investigar si el empleado estuvo de acuerdo con el afortunado que aprovecho el error. Qué casualidad que nadie más aprovechó la oferta !!!”. Fue el usuario Víctor Daniel quien sugiere una versión más siniestra del evento: un autorrobo meticulosamente orquestado.
De lo que sí hay pruebas es de que esta historia se viralizó tanto que llegó hasta las páginas del periódico The New York Times, en Estados Unidos. El golpe de suerte del hombre ante un error en la prestigiosa joyería Cartier desencadenó una ola de reacciones a favor y en contra.
“Y es legal, nosotros como diseñadores o los CM tienen la obligación de revisar lo que se publica, nosotros manejamos un tiempo la cuenta de VW en una concesionaria local y tropicalizábamos diseño y precios y es de vital importancia revisar siempre. Al igual manejamos inmuebles”, comentó una usuaria identificada como Narda.
Otra opinión dice: “Esa publicación pasó por varias manos, no fue solo un empleado, debió ser revisada y autorizada, fue un error como compañía. Voy a creer que en la página de mi escuela pasábamos por más revisiones antes de publicar cualquier post que Cartier... Pésimo todo su manejo”.
Uno más, entre las decenas, expresó: “Para mi una marca con tanto prestigio como Cartier debe ser seria. Y si se equivocaron, asumir su error cumpliendo y no achacándoselo al cliente. Hasta podrían difundir la historia y capitalizarlo. Así todos ganan”.