Si últimamente notas movimientos inusuales cerca de tu medidor de luz, no estás imaginando cosas. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) inició un operativo nacional de visitas casa por casa con el objetivo de inspeccionar medidores eléctricos, detectar irregularidades en el consumo y, sobre todo, ubicar posibles manipulaciones ilegales, como el uso de los famosos “diablitos”.
Esta medida busca no solo frenar las pérdidas económicas para la empresa, sino también evitar que los usuarios regulares terminen pagando más debido a las trampas de unos cuantos. Los operativos ya están en marcha en varias entidades del país. Los técnicos de la CFE acuden directamente a los domicilios para verificar el estado de los medidores, la integridad de las conexiones y el registro correcto del consumo eléctrico.

Manipulación de medidores
La prioridad es identificar anomalías que podrían estar generando cobros injustos o pérdidas millonarias por robo de energía, una práctica que, aunque común en algunas zonas, representa un delito tipificado por la ley.
El operativo responde a una preocupación financiera real: las pérdidas por manipulación de medidores afectan directamente a las finanzas de la empresa estatal, pero también tienen un impacto sobre el resto de los usuarios.
Cuando alguien manipula su medidor para pagar menos o no pagar nada, ese diferencial no desaparece; se reparte entre todos a través de ajustes tarifarios generales. En este contexto, la CFE busca una distribución más justa del costo de la energía y enviar un mensaje claro: el robo de luz ya no será tolerado ni pasado por alto.
Multa por tener “diablito”
Uno de los puntos más sensibles del operativo tiene que ver con las sanciones. Quienes sean sorprendidos utilizando “diablitos” o cualquier otro dispositivo para alterar el medidor podrían enfrentar multas de hasta $200 mil pesos, además de una posible denuncia penal por el delito de fraude.
Estas sanciones están sustentadas en la Ley de la Industria Eléctrica y en el Código Penal Federal, que consideran como delito grave cualquier tipo de alteración deliberada en el suministro eléctrico.
Reposición del equipo o ajuste
Por otra parte, el operativo también incluye la revisión de instalaciones antiguas o defectuosas. En muchos hogares, especialmente en colonias con infraestructura envejecida, los medidores ya no registran con precisión el consumo real, lo que puede derivar en cobros erróneos tanto hacia arriba como hacia abajo.
En estos casos, la CFE ofrece la reposición del equipo o su ajuste sin costo adicional, siempre que no se detecte manipulación intencional. Esto significa que para los usuarios con instalaciones en mal estado, esta visita podría representar incluso un beneficio económico, ya que permitiría un cobro más justo y adecuado a su consumo real.
Además de las visitas físicas, la CFE también ha comenzado a reforzar su sistema de monitoreo remoto. Algunos medidores inteligentes ya permiten detectar variaciones irregulares de voltaje y consumo, alertando a la empresa de posibles manipulaciones incluso antes de que un técnico visite el domicilio.
A mediano plazo, se espera que esta tecnología se expanda a más regiones del país, facilitando el control del servicio y reduciendo el margen de impunidad para prácticas fraudulentas.
Es importante mencionar que los técnicos de la CFE deben estar plenamente identificados y autorizados para realizar estas inspecciones. En caso de duda, los usuarios pueden verificar la autenticidad de los empleados a través de los canales oficiales de atención al cliente de la Comisión o llamando directamente al 071.
Este detalle es clave para evitar fraudes, ya que los delincuentes podrían aprovechar estos operativos para hacerse pasar por trabajadores del sector eléctrico.
En resumen, la CFE ha tomado una postura firme contra el robo de energía y ha comenzado un operativo masivo para combatir esta problemática desde los hogares.