En los últimos años, los fraudes financieros han evolucionado a la par de la ; lo que antes requería de llamadas o encuentros personales ahora se ejecuta con un simple clic o un correo electrónico.

Las cifras son alarmantes: Según el portal de fraudes financieros por parte de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) de febrero 2022 al 31 de octubre de 2023, se presentaron 265,734 quejas electrónicas a través del portal; no solo afectan sus ahorros, sino también su confianza y tranquilidad.

¿Cómo podemos protegernos ante estas amenazas cada vez más sofisticadas? La respuesta no es complicarse la vida, sino ser precavidos y aprender a identificar las señales de alerta.

Proteger tus finanzas y tu información personal es esencial (Foto: DeDinero)
Proteger tus finanzas y tu información personal es esencial (Foto: DeDinero)

Cómo evitar el robo de datos financieros en 2025

Uno de los primeros pasos para protegerte es estar informado. Los estafadores suelen aprovecharse del desconocimiento para ejecutar sus planes. Desde llamadas que se hacen pasar por tu banco hasta correos electrónicos que parecen de empresas conocidas, las técnicas de engaño son más ingeniosas que nunca. Por eso, siempre cuestiona lo que recibes.

Si algo suena demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea. ¿Una oferta increíble que te llegó por mensaje de texto? Antes de hacer clic, pregúntate: ¿es una empresa que realmente conozco? ¿Pedí esta información o simplemente apareció?

Cuidar tus datos personales

Piensa en tu información como en un tesoro: no se la entregas a cualquiera. Nunca compartas contraseñas, números de tarjetas o códigos de verificación por medios no seguros.

Por ejemplo, tu banco jamás te pedirá estos datos a través de un correo o una llamada. Si recibes una solicitud sospechosa, contacta directamente a la institución y verifica.

Actualiza contraseñas

La seguridad también está en los pequeños detalles del día a día. Actualiza con regularidad las contraseñas de tus cuentas y elige combinaciones fuertes. Una buena regla es usar frases o combinaciones de palabras que tengan sentido solo para ti.

Por ejemplo, en lugar de algo como "12345" o "contraseña", prueba con algo como "M1casaAzul!". Además, activa la verificación en dos pasos siempre que sea posible. Este sistema añade una capa extra de protección, ya que requiere que confirmes tu identidad con un código adicional.

Revisa tus cuentas bancarias

Otra práctica que muchas personas pasan por alto es revisar con frecuencia los movimientos de sus cuentas bancarias. Dedicar unos minutos a la semana a verificar tus estados de cuenta puede hacer una gran diferencia. Si detectas un cargo que no reconoces, repórtalo de inmediato. Muchas instituciones ofrecen ventanas de tiempo limitadas para realizar reclamos, así que actuar rápido puede ahorrarte dolores de cabeza.

Evita WiFi públicos

En el entorno digital, también hay precauciones que debemos tomar. Evita conectarte a redes Wi-Fi públicas para realizar transacciones o acceder a tu banca en línea. Estas redes suelen ser menos seguras y fácilmente interceptadas por terceros malintencionados. Si necesitas hacerlo, utiliza una red privada virtual (VPN) que cifre tu conexión y te brinde mayor seguridad.

Finalmente, recuerda que no estás solo. Hablar del tema con familiares y amigos puede ser una herramienta poderosa. Muchas veces, los estafadores se dirigen a personas mayores o a quienes no están tan familiarizados con la tecnología. Compartir lo que sabes y ayudar a otros a reconocer las señales de alerta puede marcar la diferencia.

La protección de tus finanzas y tu información personal no tiene que ser un proceso complicado ni estresante. Con un poco de precaución, atención a los detalles y disposición para aprender, puedes blindarte contra la mayoría de los intentos de fraude. En un mundo donde la información es poder, protegerla es la clave para mantener tu tranquilidad y seguridad.

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