Los gastos imprevistos son una de las principales causas de preocupación financiera, generando altos niveles de estrés y ansiedad. Para no caer en esta situación, planea contar con un fondo de emergencia.
En cualquier momento se puede presentar una situación que ponga en aprietos las finanzas de una persona. Para estas situaciones, lo ideal es contar con un fondo de emergencia, que es una herramienta financiera destinada a reservar un ahorro específico para cubrir gastos imprevistos.
Un fondo de emergencia permite que una persona o familia cuente con seguridad financiera, brindando tranquilidad y protegiéndolos de sufrir estrés financiero en momentos difíciles, ya que saben que podrán enfrentar cualquier eventualidad.
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La clave del éxito de este tipo de ahorro es utilizarlo solo en situaciones necesarias y no en gastos por deseos. Por ejemplo, si tu cocina necesita una remodelación, si tu baño tiene una fuga o incluso si llegas a perder tu empleo, puedes utilizar este fondo, pero no para comprar una consola de videojuegos, ropa o pagar un viaje, entre otros gastos no esenciales.
Esta herramienta evita que una persona tenga que utilizar sus ahorros a largo plazo, endeudarse con tarjetas de crédito o pedir prestado.
Comenzar a hacer un fondo emergencia no es complicado. Lo primero es conocer tus gastos mensuales, tanto tus gastos fijos como variables. Esto te permitirá establecer el monto que necesitas ahorrar, así como la cantidad inicial y el plazo.
Después de definir el monto, deberás incluir este ahorro mensual en tu presupuesto. De ser necesario, es buen momento para recortar algunos gastos no tan necesarios como suscripciones a servicios de streaming o gastos hormiga para aumentar tu ahorro.
Lo importante es que seas constante, para ello puedes programar un depósito automático quincenal o mensual desde tu cuenta bancaria, o poner una alerta para recordarte de realizar la transferencia.
Lo mejor es mantener tu fondo en una cuenta separada para evitar tentaciones de utilizarlo en otros gastos. Recuerda que tu fondo debe estar en una cuenta de fácil acceso para disponer de tu dinero rápidamente.
Lo recomendable es que este fondo se guarde en una cuenta proporcionada por una institución financiera para asegurar que tu dinero esté seguro. La cuenta debe ser de fácil acceso, estar separada de tus cuentas habituales, tener baja volatilidad, evitando inversiones en acciones u otros instrumentos financieros, y contar con bajas o nulas comisiones de mantenimiento.