Entre semáforos en rojo, motores rugiendo y bocinas impacientes, una figura se asoma entre el tráfico: un limpiaparabrisas. Con una botella reciclada llena de agua con jabón y una franela en mano, se acerca al parabrisas de un auto sin pedir permiso, limpia con rapidez, sonríe, extiende la mano y espera una moneda.

Son parte del de la Ciudad de México y aunque algunos los ignoran o incluso los critican, detrás de cada uno hay una historia de supervivencia, estrategia y trabajo duro.

Este trabajo, aunque duro e incierto, representa una alternativa frente al , y para algunos, una salida a la marginación o la delincuencia.

Lejos de ser un trabajo cómodo, implica habilidades físicas, sociales y mucha paciencia. Hay que saber leer los gestos de los conductores, actuar con rapidez y mantenerse alerta todo el tiempo.

¿Cuánto gana un limpiaparabrisas en la CDMX?  (Foto: Canva)
¿Cuánto gana un limpiaparabrisas en la CDMX? (Foto: Canva)

¿Cuánto gana un limpiaparabrisas en la CDMX?

El ingreso promedio de un limpiaparabrisas puede rondar entre los 200 y 400 pesos diarios en promedio, aunque este monto varía mucho dependiendo de la ubicación, el clima, la hora del día, la actitud del conductor e incluso la estrategia del trabajador.

Si las condiciones son favorables y la zona es buena, como en avenidas de alto tránsito, algunos reportan ganancias de hasta 600 pesos diarios, especialmente en horas pico.

Esto equivaldría, en una jornada constante de trabajo, a unos 6 mil a 12 mil pesos mensuales, aunque sin ninguna prestación social o garantía de continuidad.

El ingreso también depende del número de coches que pasan por el cruce, del humor de los conductores e incluso del carisma del trabajador. Hay quienes además complementan su labor con la venta de dulces, agua o artículos pequeños, lo que les permite incrementar un poco más sus ingresos diarios.

Pero más allá de la cifra está la historia humana. Muchos limpiaparabrisas provienen de contextos vulnerables: desempleo, migración forzada, falta de estudios o antecedentes penales que dificultan su reintegración laboral.

El oficio también enfrenta estigmas. Algunos automovilistas los ven con desconfianza, otros los rechazan de forma agresiva. Mientras tanto, las autoridades no han implementado una estrategia clara para regular, integrar o proteger a este sector.

Al estar fuera del mercado formal, no tienen acceso a seguro médico, ahorro para el retiro ni apoyos gubernamentales consistentes. La mayoría depende totalmente de lo que obtengas día a día, sin margen para ahorrar o pensar en un futuro estable.

La economía informal en México representa una parte considerable del PIB y del empleo, y los limpiaparabrisas son una cara visible de esa realidad. En un país con brechas profundas en el mercado laboral, ser limpia parabrisas es una alternativa más que refleja la creatividad, la necesidad y la resiliencia de miles de personas.

No es un oficio glamuroso ni sencillo, pero es honesto y persistente. Tal vez la próxima vez que alguien limpie tu parabrisas sin que lo pidas, valga la pena verlo con otros ojos: los de alguien que, como muchos, solo quiere trabajar y salir adelante.

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