Si bien el fallecimiento marca el fin de muchas responsabilidades para una persona, no ocurre lo mismo con las deudas fiscales. En México, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene la autoridad para exigir el pago de impuestos y obligaciones incluso después de la muerte de un contribuyente. Conoce en DeDinero cómo se manejan las deudas fiscales en caso de fallecimiento, cuándo se pueden embargar bienes y cuáles son los pasos por seguir.
Cuando una persona fallece, sus bienes, derechos y obligaciones, incluidas las deudas fiscales, pueden transmitirse a los herederos. Estas deudas aplican principalmente si el fallecido tenía ingresos por actividades empresariales o de arrendamiento.
Sin embargo, en el caso de ingresos provenientes exclusivamente de sueldos y salarios, la deuda con el SAT no se hereda. Por tanto, es esencial diferenciar entre estos tipos de ingresos para determinar si los herederos son responsables de las deudas fiscales.
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En situaciones donde las deudas fiscales son heredadas, los herederos o legatarios deben asumir estas obligaciones. Sin embargo, existe la opción de rechazar la herencia si las deudas superan los bienes heredados.
Por otro lado, si el heredero recibe un negocio como parte de la herencia, deberá cumplir con las obligaciones fiscales asociadas al negocio, incluyendo impuestos y cualquier otra deuda pendiente con el SAT.
Cuando el contribuyente fallecido tenía saldo a favor, el SAT permite acreditar este monto. Los herederos pueden usarlo para reducir futuros pagos de impuestos, pero primero deben realizar ciertos trámites.
Es fundamental notificar al SAT sobre el fallecimiento y presentar un aviso de liquidación de sucesión dentro de los primeros 30 días.
Luego, el representante legal o albacea debe solicitar la liberación del saldo a favor en nombre de los herederos. Si la documentación está en regla, el SAT procederá a liberar estos fondos.
Otra de las facultades que tiene el SAT es que puede embargar bienes cuando la deuda fiscal está vinculada a actividades empresariales o de arrendamiento.
No obstante, algunos bienes pueden ser protegidos. Si la propiedad heredada está registrada como patrimonio familiar, en ciertos estados de México, puede ser inembargable, siempre y cuando se cumpla con los requisitos legales.
Además, bienes no vinculados a actividades comerciales del fallecido, como un automóvil personal, generalmente no están sujetos a embargo.
En cuanto a otros tipos de deuda, como hipotecas o tarjetas de crédito, es común que estén cubiertos por un seguro que se activa al fallecer el titular, eximiendo a los herederos de estas obligaciones.
Ante el fallecimiento de un ser querido, es crucial notificar al SAT lo antes posible para evitar complicaciones legales. Los herederos o el albacea deben realizar un inventario de bienes y deudas, regularizar los bienes y dar aviso oficial de la defunción.
Conocer estos procesos es esencial para los deudos, pues les permite gestionar correctamente las obligaciones fiscales y evitar problemas con el SAT en el futuro.